Algunos estudios han demostrado que para textos impresos en papel es mejor usar fuentes con serifas o Serif (las serifas son la parte en rojo en la imagen al lado), ya que aseguran una mejor lectura. Las letras sin serifa o Sans Serif son buenas para publicaciones digitales. Las fuentes Times New Roman o Garamond son adecuadas para libros impresos.
Para el texto de tu libro puedes usar una fuente entre 10 y 12 puntos para el texto y entre 14 y 16 puntos para los títulos internos. Ten en cuenta que todo depende a quién vaya dirigido tu libro. Si es para niños, el texto necesitará una fuente mayor a 12 puntos.