Da vergüenza el sólo pensar que nosotros y especialmente la clase dirigente de este país, nos escondamos cómodamente en el aquí no pasa nada. Dicen por ahí, que lo que se escribe tiene un tiempo y un espacio, y eso es verdad; pero que triste es ver que cuando ciertas crónicas o columnas fueron escritas dentro de un tiempo y un espacio determinado, esos mismos tiempos y espacios permanezcan en la eternidad, simplemente por la incompetencia de quienes tienen que intervenir; el acomodamiento de quienes son sus seguidores; la rampante corrupción que enloquece no sólo las mentes sino que endurece los corazones para el servicio; el hagámonos pasito de un silencio cómplice que apesta; el desmadre gubernamental; la desidia galopante; los concubinatos conceptuales, simplemente por estrategia política; la pusilanimidad en el liderazgo; palabrería acomodada literariamente en discursos de los líderes que no saben de actuación decidida; éticas meramente teóricas y hasta refrendadas por Doctorados que hacen mucho más inmorales las acciones de ellas desprendidas; pactos que los técnicos llaman políticos, que no son más que convenios entre sátrapas; acuerdos fatuos que se hacen sin superar el desacuerdo; promesas incumplidas sin importar las esperanzas que con ello se rompen; rimbombantes retóricas construidas en palacios y escritorios que no conocen el dolor.

Desastre. Caos. Incertidumbre. Malestar. Debacle. Completa quietud. Parálisis. Hecatombe. Miedo. Temor. Zozobra. Pánico absoluto. leer todo...

Literalmente leemos en la Constitución Política de nuestra querida Colombia: La paz es un derecho y un deber de obligatorio cumplimiento.

Hasta donde yo se los derechos y los deberes de los seres humanos no se negocian, simplemente, se cumplen. De dónde sale entonces que la paz siendo un derecho y un deber de estricto y obligatorio cumplimiento, no solo constituida así por el mandato constitucional, sino como bien supremo de los individuos y de la sociedad, se vuelva propiedad de unos cuántos falsos eruditos seleccionados como negociadores de la misma, haciendo eco de la descomposición rampante que vivimos donde seguramente, ya nuestros derechos y deberes tendrán que ser negociados. La paz, por tanto, como deber y derecho de estricto cumplimiento, ¡NO SE NEGOCIA!!! SE VIVE, SE EXPERIMENTA, SE TRANSMITE, SE COMPARTE, SE CUIDA Y SE RESPETA y estos a la vez son deberes, no sólo de un Presidente, de un Congreso, de unos negociadores, de unos grupos...es de todos y cada uno de los colombianos y hasta donde yo sepa también, no se nos ha tenido en cuenta, no para las negociaciones, puesto que siendo claros, estas no deberían existir, sino para que asumamos con responsabilidad la vivencia, la experiencia, la transmisión, el compartir y el cuidado del bien preciado de la paz.

¡Y NO DIGAS DESPUÉS QUE NO TE AVISAMOS!

Frase que se ha hecho muy popular, cuando se hacen promociones a las últimas funciones de un circo en las ciudades que visita.

Que siga el circo. Qué se vuelvan a disfrazar los payasos y las contorsionistas. Que el mago siga sacando conejos y hasta sapos de su chistera. Que los elefantes sigan jugando fútbol y los leones saltando por aros encendidos. Que el malabarista siga conduciendo su bicicleta de espaldas. Que los trapecistas sigan dando saltos al vacío sin mallas protectoras. Que sigan las luces y la fantasía. Y todo aquello que hace parte de una excelente parafernalia circense. leer todo...

Hace muchos años, cuando la "enseñanza" de la lectura aún se hacía juntando letras, luego sílabas, luego homófonas y así hasta poder juntar frases, que luego eran repetidas por quienes apenas aprendían de manera mecánica, pero aún sin captar el sentido o significado de lo que acababa de hacer y que el maestro premiaba con una muy buena nota, porque ya se "sabía leer"; decía que hace muchos años, para este ejercicio de incipiente lectura, existió un libro que se llamaba "La alegría de leer", título además puesto, sin saber que muchas veces dicho ejercicio se constituía en el mayor de los martirios en la escuela y por el que más castigos se reciban de parte de los maestros, secundados con creces en los hogares, quienes descargaban toda su agresividad en el tímido aprendiz de "la alegría de leer", a quien no le quedaba otro camino de repetir una y otra vez: mi mamá me mima mucho...mi mamá me mima mucho...y así hasta la memorización, independiente de los fuetazos infringidos en reemplazo de aquellos mimos meramente escritos con grandes letras en las páginas del libro.

Por mi desempeño, en muchos de los años de mi experiencia, dedicados la docencia y la gestión, he tenido la fortuna de orientar el trabajo docente. Esta orientación del trabajo docente, hace parte de otros de mis libros que pronto tendremos en nuestras manos, pero, por lo pronto, en esta experiencia, siempre he intentado de dejar plasmado por escrito, no sólo un pensamiento para la acción, sino muchas cosas que tienen que ver con el desarrollo conceptual, metodológico, estratégico y logístico del que hacer de los maestros, aquellos de quienes tanto he aprendido en mi existencia.

En este trabajo recojo, algunas de las principales líneas escritas en su tiempo y, por tanto, aunque algunas puedan parecer descontextualizadas, llamo la atención de mis lectores, para que, ubicándonos en el tiempo y en el espacio, podamos entresacar de cada uno de los escritos, todo lo pedagógico, didáctico y educativo que contienen, independientemente de unos tiempos y un leer todo...

Hoy me he sentado frente a mí mismo, con el ánimo de escribir, simplemente páginas para que mis posibles y deseados lectores puedan en ellas encontrar algunas similitudes de existencia y puedan con ello, rememorar con aprecio y solaz acontecimientos de sus vivencias y experiencias o por el contrario, vuelvan a darse cuenta de que existen cosas en la vida que nunca se deben hacer y que si por acaso ocurrieron, simplemente las debemos tomar con beneficio de inventario y seguir adelante trasegando por la vida con el mejor de los ánimos y la mejor de la intenciones.

Quienes me conocen, encuentran en mí una persona que ha pasado por la vida, viviendo y experimentando, y en relación a lo que me quiero referir, sólo dos facetas: la del ser humano muchas veces equivocado, que nunca le ha temido a ello y que por el contrario siempre ha asumido las equivocaciones como grandes posibilidades de crecimiento y aprendizaje, pero que tal vez por ello, con esas equivocaciones o errores ha hecho mucho daño.

La otra faceta, es la del ser humano equilibrado, pensante, racional y tal vez demasiado, mesurado, a veces lento en la reacción frente a la reflexión y que, en esta faceta, siempre se ha preocupado por hacer el bien, hasta llegar al punto que muchos de quienes han compartido conmigo esa dualidad, se han preocupado y abiertamente me han manifestado, palabras más, palabras menos: deja de preocuparte tanto por los demás y empieza a preocuparte por ti mismo...

Dualidad...
Ambigüedad...
Doble personalidad...
Bipolaridad...

No sé, ni voy a entrar en serios, complejos, mentirosos y en ocasiones aburridores análisis psicológicos que, de seguro, lo único que van a hacer es contribuir a acrecentar mis nostalgias, mis miedos y sinsabores. Simplemente así ha ocurrido.

Y eso que ha ocurrido, lo que interpreto como páginas que sumadas construyen una historia, es lo que quiero ofrecer, no como lecciones de vida, porque como maestro que he sido, estas no se las enseña nadie a nadie, las lecciones simplemente se aprenden, y los apren leer todo...

No podemos quedarnos con discursos trasnochados que nos regalaron modelos tales como: educar en la vida; educar para la vida y, en fin, una cantidad de educaciones con las cuales no se ha llegado a ninguna parte. Debemos educar es con todas las preposiciones: a, ante, bajo, cabe, con, contra, de, desde, en, entre, hacia, hasta, para, por, según, sin, so, sobre, tras LA VIDA.
No puede existir un solo estudiante que sufra durante su proceso de aprendizaje, esté en la etapa que esté. El conocimiento es para disfrutarlo y compartirlo.
No creo en las falsas sabidurías de los maestros que las apuntalan en las mediocridades de sus hojas de vida.
Creo en los maestros que son capaces de construir vida con sus estudiantes.
Creo en los maestros que saben que la pedagogía del silencio productivo, en nada se opone a la pedagogía de la algarabía igualmente productiva.
Creo en los maestros que saben que la disciplina no es una fila, sino la actitud frente a la fila.
Creo en los maestros que hacen de su profesión la mejor experiencia de vocación y de servicio.
Creo en aquellos maestros que se reconocen como limitados en sus saberes delante de sus estudiantes, porque esa humildad los hace sabios.
Creo en los maestros que aún se preparan para los encuentros pedagógicos con sus estudiantes.
Creo en el maestro que sabe de relaciones humanas cálidas y afectuosas.
Todo lo relacionado a los aprendizajes de nuestros estudiantes son procesos. No podemos poner nada, pero absolutamente nada a depender de momentos o coyunturas que se presentan.
Creo en el buen maestro que no le asustan las cosas nuevas que tiene que hacer, para que todo lo que hace sea siempre nuevo. leer todo...

Desde el punto de vista del autor, una de las grandes fallas que afronta la Educación Virtual y su Metodología, es que tanto las instituciones, como quienes se tienen que desempeñar como docentes en dicha Metodología, están trasladando conceptos, métodos y estrategias de las Metodologías Presencial y Distancia, sin ningún tipo de filtro, o preparación para la transferencia a la Metodología Virtual; que, si bien se nos hace inapropiado, sería lo menos lesivo.

Eso hace que todos los procesos educativos, que estamos llamados a desatar en la Educación Virtual, para el logro de los aprendizajes como tarea esencial de cualquier metodología, se quedan en unos híbridos, absolutamente peligrosos, puesto que creemos que funcionan adecuadamente en una de las metodologías de las cuales provienen y se quedan sin dar lo que realmente se requiere para la virtualidad.

Una de la grandes fallas, y gravísimo error de los maestros hoy, quienes no sólo en esta metodología, sino en todas las existentes y las que están por venir, deben cambiar su papel al de verdaderos metodólogos y alejarse de una vez por todas de aquel cómodo papel, del "simples enseñantes"; pues, si existe la metodología propia para Educación Virtual, es porque existen todos los recursos, instrumentos, estrategias y herramientas, construidas pedagógica, didáctica y técnicamente para soportar todo el ejercicio educativo en dicha metodología.

No hay que desconocer, que los grandes atropellos pedagógicos que se han cometido en contra de la Educación Virtual, válida como las demás metodologías para el aprendizaje eficiente y eficaz de nuestros estudiantes, obedecen en la mayoría de los casos, al uso equivocado de todos aquellos recursos que son necesarios, para que los maestros, de verdad, hagan de sus acciones pedagógicas a través de la Gestión Tutorial de sus cursos, verdaderos espacios para que ellos y ellas aprendan de verdad a ser, saber, sentir, pensar, hacer y estar, tareas esenciales e irrenunciables del hecho educativo. leer todo...

Por eso quiero que hoy, hablemos de esa paz, que se quedó "enchuspada"; de esa paz, que algunos han vapuleado en aras de sus intereses políticos y económicos; de esa paz tan anhelada y merecida por el pueblo colombiano; de esa paz que, gracias a los embelecos de la Habana, aún no se logra, puesto que es un camino largo y de muchos contenidos que aún no han sido abordados con eficiencia y eficacia; de esa paz que nos han negado.
Como lo dije en la presentación de este nuevo libro, el que quiero compartir con todos mis lectores, soy un enamorado de la paz y de todas sus connotaciones, realidades, vicisitudes...Merece todo mi respeto y consideración; por eso mis aportes serán muy humildes y respetuosos frente a la paz y estarán basados en un pensamiento básico:
Es importante hacer todos los esfuerzos que sean necesarios de nuestra parte, para que logremos la paz personal; esa paz interior de la que tanto se nos habla, pero que muy pocas veces captamos cómo hacerlo; de esa paz espiritual e íntima, que trasciende todos los estados del ser humano, puesto que es de la única manera que sería posible encontrar y cuidar la paz social, pero sin olvidarnos que esta es el resultado de esa sumatoria de "paces interiores y personales".
Esa paz interior y personal, nos tiene que llevar al disfrute de un estado mental y emocional pacífico y armonioso, el que, sin ninguna duda, nos pondrá en sintonía con los demás seres humanos y ello facilita cualquier estilo de convivencia, cooperación y solidaridad, resultantes indefectibles de la paz social.
Nos negaron la paz, porque no es posible poseerla, ni en el ámbito más íntimo de la persona cuando nuestras mentes y corazones tienen que estar "capoteando" tantas insatisfacciones. leer todo...