Al cumplirse setenta años de su fundación, la Escuela Gonzalo Jiménez de Quesada ha marcado un hito en la historia de la Policía Nacional, al formar en sus aulas un importante número de mandos que han dejado huella a lo largo y ancho del territorio nacional. Esta compilación es un tributo a tan significativa efemérides y pretende a la vez resaltar a veinte uniformados egresados de esta alma mater, que se han destacado en diferentes escenarios de la vida nacional. Cabe anotar, que este listado debería ser más extenso, por cuanto los suboficiales y mandos del nivel ejecutivo que han alcanzado grandes cosas han sido muchísimos, pero por razones de estructuración de la obra obviamente no fue posible relacionarlos a todos, por lo que con todo respeto el autor se excusa de antemano.

Esta reseña destaca entonces a grandes policías que siendo suboficiales y mandos del nivel ejecutivo han brillado con sus jinetas y han dejado huellas imborrables, que serán dignos de imitar por las actuales y nuevas generaciones. También este compendio podrá servir como doctrina y cátedra institucional en las Escuelas de Formación Policial, no solo para quienes aspiran a obtener el primer grado en sus respectivas carreras sino para quienes aún siendo profesionales, pretendan ascender en cada uno de los escalafones.

Esta compilación con fuentes fidedignas de información, representa también un tributo a toda la sociedad colombiana que ha creído y respaldado a la Policía Nacional, la misma que aspira que día a día la convivencia y la seguridad sean el estandarte que conduzca a la consolidación de una paz durable y verdadera, donde las estirpes condenadas a cien o más años de soledad, puedan tener una segunda oportunidad sobre la faz de nuestros territorios.

Gratitud a la patria, a los policías y a todos los ciudadanos colombianos que unidos buscan siempre el bien común.

PD: se puede leer gratis en pantalla (el autor ha renunciado a regalías como un aporte a la educación policial) leer todo...

La promoción 059 de suboficiales cumplió el 20 de diciembre de 2020 treinta años de egresada, motivo especial para no pasar por alto esta efemérides. Inició su formación en la Escuela Gonzalo Jiménez de Quesada en la primera semana del mes de julio de 1990, siendo promovida al grado de cabo segundo el 19 de diciembre de ese mismo año, según resolución 12688 proferida por la Dirección General de la Policía.

A finales del mes de octubre de 2020 y teniendo en cuenta la imposibilidad de celebrar un encuentro presencial como consecuencia de la emergencia sanitaria declarada en la nación, me inquietaba la idea de redactar unas memorias escritas para que quedaran como recuerdo perenne de esta magna celebración.

Fue así como planteé la iniciativa en Bogotá al señor SP. (r) Ángel Bayardo Grijalba Gutiérrez, uno de los organizadores del encuentro de hace dos años en Sibaté, a quien le llamó la atención y se empezó a gestar la obra. De inmediato entablé comunicación con otros compañeros, entre ellos, los señores SP. (r) Rafael García Blanco en la ciudad de Santa Marta y SV. (r) Deomediz Hernández Díaz, en el municipio de Granada, Meta, quienes vieron viable la edición de la obra y no dudaron en apoyar el proyecto. Se hizo lo propio con los demás compañeros a través de las redes sociales, a quienes se les convocó en la segunda semana de noviembre, para que redactaran sus memorias del curso de formación e incluso de toda su carrera policial, pudiendo anexar registros fotográficos.

Hoy queremos presentar este compendio de historias, anécdotas, fotografías, remembranzas, entre muchos otros aspectos, que quedarán para el recuerdo de todos los compañeros, familiares y allegados. Felicidades.
Nota: el libro se puede leer gratis, los Autores no recibirán regalías (es un regalo a la promoción y la PNC). leer todo...

Por SV (r) Ana Elvia Caicedo (Prologuista).
"Las aulas de una escuela de formación en la Policía Nacional fue el escenario donde se tuvo la convicción de que el entonces Cabo Segundo (hoy Sargento Mayor en retiro) Luis Hemel López Ortega sería el más indicado para recrear a los lectores con sus historias y, en colaboración con sus colegas Jaime Amaya Bustos y Willington Mayorquino Ramírez, coautores de esta obra, rendir homenaje a los héroes de Corea, a sus familias y a todo un país que les ofrece su gratitud eterna. Se ilustra en la obra anécdotas y vivencias de los días gloriosos de nuestra patria representada por un grupo de héroes en la Guerra de Corea; líneas que rinden una sentida ofrenda a esos hombres que supieron llevar en alto el nombre de Colombia, soportando la soledad que circunda las trincheras con su olor penetrante a pólvora y sangre. Esta experiencia de la guerra queda latente en la conciencia y en el sueño, allí se aprende a vivir para no morir y a sufrir para sobrevivir, donde la única verdad es el Dios que reina en medio de la oscuridad".

¡Gloria y honor a nuestros veteranos de guerra en el Lejano Oriente! Este es un homenaje de los nuevos veteranos a los primeros veteranos, los más valientes y los más recordados: los veteranos de Corea.

Como un aporte a la patria, este libro quedará de manera gratuita para ser leído en esta plataforma literaria (previsualización), y puede ser utilizado con fines pedagógicos.

En caso que algún lector desee tenerlo en físico, puede adquirirlo a través de esta página, a costo de producción, ya que los autores han renunciado a sus regalías.

Que Dios y la Patria compense a quien lea esta obra... y reconozca en el soldado veterano de la Guerra de Corea, un hombre de armas tomar que defendió la paz de dos naciones hermanas: Corea del Norte y Corea del Sur. leer todo...

La presente obra es una crónica real de una toma anunciada, toda vez que desde diciembre de 1991 se escuchaban rumores de ataques a los puestos de policía que estaban ubicados en la cordillera, en los límites entre los departamentos de Cundinamarca y el Meta. De hecho, el 30 y 31 de diciembre había sido asaltada por las Farc, la subestación policial de Los Alpes, una inspección departamental adscrita política y geográficamente (al igual que San Pedro de Guajaray), al municipio de Medina, Cundinamarca, pero a nivel policial pertenecía al Departamento de Policía Meta y Llanos Orientales.

Fue así como el día 4 de marzo de 1992, fecha en que el párroco de la vecina población de Los Alpes oficiaba la misa e imponía la señal de la ceniza, los policías de San Pedro de Guajaray recibieron una especie de señal divina, pues vieron mucha gente extraña en el pueblo. La atención se centró en un grupo de tres o cuatro personas, entre ellas una esbelta mujer, que departían en un establecimiento de billares ubicado frente a la guarnición policial. Junto a sus caballos y en la parte externa de dicho local, aquellos forasteros hablaban y reían alegremente. Pero lo que más atrajo a los uniformados, fue la forma cómo observaban hacia su cuartel. De inmediato el suboficial comandante ordenó la alerta máxima a quienes estaban de servicio y dio otras instrucciones precisas para planear un contrataque.

Los demás detalles de aquella frustrada toma subversiva de hace 30 años (1992-2022), son narrados magistralmente por seis de sus protagonistas en las páginas de esta crónica. leer todo...

Pretendo en estas líneas dar a conocer doce crónicas acaecidas entre los años 1987 a 1998 en los departamentos de Boyacá y Cundinamarca, así como en la región de los Llanos Orientales, que narran hechos verídicos relacionados con el conflicto armado colombiano. Me correspondió vivir la cruda realidad de la violencia en aquellos territorios, dada la compleja situación sociopolítica que se vivía en su momento en nuestro país, donde diversos grupos armados al margen de la ley trataban de imponer su dominio, siendo necesaria la intervención del Estado a través de su Fuerza Pública, no para intimidar ni violar derechos, sino para restablecer y mantener el orden público interno.

Fue en el departamento de Boyacá, donde empecé a conocer la crueldad del conflicto armado colombiano. Una primera escena en la que dos policías fueron vilmente acribillados por subversivos en uno de los municipios de ese territorio, me hizo pensar que estaba frente a una realidad que no era conocida en las ciudades. Había que ir a las zonas alejadas para darme cuenta que no era ficción. Ahí empecé a hacer parte directa de una confrontación armada sin precedentes. Y así sucesivamente ocurrieron hechos que narraré lo más detallado posible.

Finaliza esta narración con una incursión armada prácticamente en plena ciudad de Villavicencio, la cual fue sitiada por insurgentes de las Farc que incluso posaron para medios de comunicación y paralizaron por completo el tráfico durante medio día, en la carretera denominada Marginal de la Selva que comunica al departamento del Meta con Casanare, Arauca y parte de Cundinamarca. leer todo...

Este es un compendio de relatos de héroes de la Policía Nacional, que con hidalguía, bajo el lema Dios y Patria y vistiendo con orgullo el uniforme verde oliva, repelieron aleves ataques de las extintas Farc, a sus instalaciones policiales o fueron víctimas de atentados terroristas o incluso del flagelo del secuestro.

Esta narrativa es desarrollada por efectivos policiales egresados de la Escuela de Carabineros Eduardo Cuevas de Villavicencio, academia que por tradición forma hombres y mujeres que prestarán sus servicios en los departamentos de los Llanos Orientales y parte de la Amazonía, pero para este caso en concreto, uniformados que fueron enviados a Meta, Casanare, Vichada y Arauca, en donde no solo defendieron su propia integridad sino la de los habitantes de aquella vasta región.

Sea esta a oportunidad para rendir un homenaje a estos héroes, que entregaron todo de sí para brindar seguridad a diversos sectores de la Orinoquía colombiana. El lema del carabinero que les fue inculcado en su alma mater, fue puesto en escena con lujo de detalles en cada rincón de esta bella región. Por ello, estos discípulos del comisario Eduardo Cuevas García, cada vez que lanzaban el grito de "integridad, compañerismo y bravura", sabían que más que un postulado, era el compromiso con su institución, su familia, y desde luego, con la defensa de las libertades públicas de los moradores de la gran llanura colombiana. leer todo...

RASTROS DEL CONFLICTO ARMADO EN EL META, es un compendio que recoge parte de la memoria histórica de hechos registrados en el Departamento de Policía Meta, durante el año 1992, quizás el periodo más crítico para la Policía Nacional de este departamento.

Hace 30 años (1992-2022), fueron atacadas las estaciones de Fuentedeoro, Guamal, Medina (municipio de Cundinamarca adscrito al Departamento de Policía Meta), San Pedro de Guajaray (un corregimiento de Medina, Cund.), Puerto Gaitán, San Carlos de Guaroa, Puerto Caldas, San Juan de Arama, Puerto Lleras, Puerto Alvira, El Calvario, El Castillo, Puerto Limón, El Dorado, Acacías y la vereda Vanguardia de Villavicencio.

En estas acciones armadas lamentablemente perdieron la vida 31 compañeros y 38 más quedaron lesionados. De igual forma, se presentaron 5 civiles muertos y 1 lesionado. Asimismo, un número indeterminado de guerrilleros fueron abatidos y otros más resultaron heridos.

Fui testigo cercano de todos estos acontecimientos, por cuanto para ese año estuve laborando en ese bello departamento, y conocí palmo a palmo la difícil situación de nuestros policías frente al accionar de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Este capítulo de la historia que le correspondió vivir a los policías del Meta, será digno de recordación, mas no de repetición. Que la memoria del conflicto sirva como experiencia para tomar conciencia y no para regresar a ese pasado oscuro. Este es un reto que todos los colombianos debemos asumir para vivir en completa armonía.

Agradezco a las fuentes de información que registraron todos estos hechos y que hoy nos permite por gracia de Dios y con el avance de la tecnología, reseñar con gran claridad. De igual modo, a quienes nos posibilitaron que algunas fotografías fueran insertas en este compendio, para ambientar mejor los acontecimientos.

¡Paz en la tumba de los uniformados y civiles fallecidos! Y que los lesionados puedan recuperarse de su dolor. leer todo...

La guerrilla de las FARC derribó un helicóptero en uno de esos ataques que le dejó treinta orificios a la aeronave. La comisario Carmen Alicia Salazar recuerda el momento en el que el piloto soltó un "me quedé sin instrumentos. Nos cascaron". Después empezaron a caer y el piloto logró aterrizar en un campo visible pero demasiado inclinado. El helicóptero se volteó y atrapados, tratando de salir, escucharon las consignas de los guerrilleros: "hay que rematarlos". La M60 quedó hacia arriba, Carmen Alicia la sacó y empezó a disparar para proteger la salida de los "Comandos Jungla". Después de que empezó a correr para ponerse a salvo, se dio cuenta que el copiloto aún estaba atrapado. "Me devolví disparando, rompí la claraboya y me corté las manos, me metí de nuevo al helicóptero y le solté las correas al compañero hasta sacarlo. El combate fue durísimo", aseguró la suboficial .

Otro de los desafíos fue en Toribío (Cauca). Fueron ocho horas de combate respaldando a los policías que estaban en la estación, y a los que la guerrilla quería quemar vivos. "Ese día tocó tasar la munición porque se había acabado y si se necesitaba más, tocaba traerla de Bogotá. A los compañeros los hubieran matado", dijo aquella vez la valiente policía colombiana.

Y así sucesivamente, fueron varias acciones en el conflicto armado interno donde participó Carmen Alicia Salazar, que la hizo merecedora de tres Medallas al Valor, convirtiéndose en la primera mujer policía en recibir tan alta distinción en tantas ocasiones. leer todo...

Este módulo de aprendizaje no sólo podría utilizarse en la asignatura HABILIDADES PARA EL RELACIONAMIENTO SOCIAL, sino que podría articularse con ejes temáticos afines en otras áreas humanísticas que hagan parte de la malla curricular de los cursos o programas formales de ascenso de la Escuela Gonzalo Jiménez, con alcance inclusive a otras escuelas policiales en Colombia y/o en América Latina.

Y es que hablar de "habilidades para el relacionamiento social", es referirnos precisamente a esas competencias que toda persona posee para interactuar con los demás. Como lo diría el gran pensador griego Aristóteles: "el hombre es un ser social por naturaleza". Se trata entonces de una clara verdad admitida como base de su filosofía política y que hoy cobra gran importancia en nuestra sociedad, por la imperiosa necesidad de comunicarnos con el otro.

El policía en su entorno debe por la naturaleza de su actividad, entablar relaciones con la comunidad. En ese mismo sentido, le corresponde al mando del nivel ejecutivo en el grado de intendente, interactuar con asertividad en su rol de comandante de estación y/o subestación y de manera extensiva en cada uno de los cargos o funciones que le asigne el mando institucional.

Se deja gratuito en forma total y permanente en esta plataforma para ser visualizado por la comunidad policial colombiana y latinoamericana. El autor-editor como un aporte social a las policías del hemisferio, no recibe regalías en caso de ser vendido en forma física por la plataforma autoreseditores.com leer todo...