Y EL TIEMPO SE DETUVO...

Da vergüenza el sólo pensar que nosotros y especialmente la clase dirigente de este país, nos escondamos cómodamente en el aquí no pasa nada. Dicen por ahí, que lo que se escribe tiene un tiempo y un espacio, y eso es verdad; pero que triste es ver que cuando ciertas crónicas o columnas fueron escritas dentro de un tiempo y un espacio determinado, esos mismos tiempos y espacios permanezcan en la eternidad, simplemente por la incompetencia de quienes tienen que intervenir; el acomodamiento de quienes son sus seguidores; la rampante corrupción que enloquece no sólo las mentes sino que endurece los corazones para el servicio; el hagámonos pasito de un silencio cómplice que apesta; el desmadre gubernamental; la desidia galopante; los concubinatos conceptuales, simplemente por estrategia política; la pusilanimidad en el liderazgo; palabrería acomodada literariamente en discursos de los líderes que no saben de actuación decidida; éticas meramente teóricas y hasta refrendadas por Doctorados que hacen mucho más inmorales las acciones de ellas desprendidas; pactos que los técnicos llaman políticos, que no son más que convenios entre sátrapas; acuerdos fatuos que se hacen sin superar el desacuerdo; promesas incumplidas sin importar las esperanzas que con ello se rompen; rimbombantes retóricas construidas en palacios y escritorios que no conocen el dolor.

Desastre. Caos. Incertidumbre. Malestar. Debacle. Completa quietud. Parálisis. Hecatombe. Miedo. Temor. Zozobra. Pánico absoluto. leer todo...