La vida no es una recta, por el contrario es una espiral colmada de momentos, algunos nos hacen danzar y otros nos permiten derramar lagrimas.
Ser mujer es una experiencia maravillosa concedida por Dios, el mundo no podría ser sin la perfecta idea de Dios de crear a este ser tan especial, sin embargo en el camino es fácil perder la perspectiva y se desdibuja lentamente la idea original concedida por Dios cuando nos creo.


Algunas creen en un empoderamiento tan inusual que a su amado suelen pisotear, olvidado que fuimos creadas a causa del hombre para amar y ser amadas, otras sumergen sus sueños entres lágrimas y aflicción creyendo que eso es amor, dejando atrás el amor propio que Dios les enseño.

Hoy puede nacer en ti una mujer en positivo, aquella que ama a Dios con entrega y devoción, sabiendo que la oración es su arma y no los gritos de su garganta, capaz de amar y ser amada, formada a la luz de la verdad que solo Jesucristo pudo plasmar en el corazón de una mujer virtuosa que clama su nombre cada día más y más. leer todo...