El escritor

Según la RAE, en un sentido general es todo aquel que escribe. Sin embargo no todo el que escribe es escritor. Alguien dijo que escribir es una forma de superar la enajenación. El ejercicio mental definidamente nos aleja de esa cruel consecuencia, que nos deja a cierta edad marginados hasta de nosotros mismos. El hecho de no saber a ciencia cierta, quiénes somos, de dónde venimos en un sentido más amplio; o mejor aún, hasta donde podremos llegar, nos enclava de algún modo en el olvido, a diferencia de todo aquel que escribe.
Por alguna razón este oficio aunque no siempre es lucrativo, por lo menos nos deja la sensación de haber cumplido con esa frase de cajó, que la gente enfatiza tanto, en torno a un objetivo aparentemente trivial: "Tener un hijo, sembrar un árbol y escribir un libro", sin embargo aunque esto es algo cursi en el buen sentido, son muchas las personas que a toda costa quieren cumplir con el último de estos objetivos.
Sin lugar a dudas lo que se busca muy en el fondo del corazón es ser reconocido, ser recordado de algún modo, o por lo menos expresar en el papel aquello que nutre nuestro pensamiento. Todas esas pasiones humanas, que construyen de algún modo nuestra personalidad: el amor el enojo, el odio... las experiencias acumuladas de nuestra cotidianidad, muchas de las cuales en un sentido más amplio, llegan a cambiar no solo nuestra historia, sino la de un país o continente.
Por alguna razón Adriano, el protagonista de esta breve historia, llega a comprobar basado en sus experiencias de vida, que efectivamente cualquiera puede escribir, pero son pocos los que logran ser escritores.
Responder con exactitud a esa pregunta, es navegar en la historia de todos aquellos que han contribuido a enriquecernos en todos los ámbitos de la cultura a través de la poesía, relatos, historietas, cuentos, novelas... Por ende estamos frente no a un oficio cualquiera, sino más bien a un profesional de las letras, la creatividad y la buena comunicación a través del lengua leer todo...