Mujeres de mil pintalabios
sus miedos, ensalmos, conjuros y terrores.
Aceptar que dentro de mí hay diferentes voces, en susurros o gritos, manifestando un pensamiento indómito o subyugado por el pudor, es el resultado de esta recopilación de textos.
Me reconozco como mujer de mil pintalabios porque mil o un millón de veces, o más, hecha añicos, el ritual de aplicarme el pintalabios frente al espejo me desfragmenta, me deja lista a enfrentar otro sinsabor o ¿quién sabe?, coronar esta vez la esquiva cima ascendente
de la realización.
Y cuando se acaban los pintalabios recurro al viejo truco de morder los labios para que antes de sangrar muestren un rojo intenso.
El pintalabios, sin lugar a dudas, redime y dignifica. leer todo...
Carmen García Valderrama
feliz se puede ser en “la playa más cercana al sol”, una metáfora continuada del paisaje marino, que suscribe bajo el seudónimo de Gaviota y que plasmó en su primer libro "Paisajes para Conjurar la Soledad".
Ha publicado "Amparo de Tutela a favor de los puntos suspensivos", muestra de su versatilidad literaria; "Los sentimientos del adiós", poesía del desencuentro y "Actos Crepusculares", poesía erótica. Con "Mujeres de mil pintalabios" confirma su calidad narrativa en prosa. leer todo...