El dilema social, la lucha de clases, los estudiantes y sus reivindicaciones forjaron el carácter y los ideales del autor que ve a través de sus ojos críticos las incongruencias de un sistema excluyente que golpea a los pobres con el mazo inclemente de la desigualdad, la miseria y el desamparo. A sus 18 años decide tomar el camino de la lucha armada como única vía para cambiar el establecimiento de una conducta fundamentada en la opresión, dejando atrás sus comodidades y bienestar, el mismo camino de muchos jóvenes que forzados por el hambre se involucran accidentalmente en la guerra. Una realidad de los pueblos latinoamericanos que durante décadas han soportado el hilo de la explotación capitalista con estoicismo, pero que al final, un día cualquiera, tienen que romper.
Han pasado muchos años, quizás demasiados, donde muy pocos ejercen control sobre las riquezas de la mayoría, donde el estado se convierte en el protector de grandes capitales y las migajas las reparten a la clase media y lo que quede a los pobres, desafortunadamente para ellos, no se vislumbra un cambio a corto plazo y tendrán que seguir cargando el peso de la desigualdad social sobre sus hombros o resolver por las armas lo que no reciben por la justicia.
La historia se repite en cada país tercermundista, surgen esporádicos frentes de rebeldía social, las necesidades apremian y los protagonistas de ese drama pierden la fe porque los movimientos sociales y los personajes que blandiendo las banderas de las luchas populares se apoderan de ellas, terminan haciendo lo mismo de quienes critican y odian.
El círculo parece cerrarse, traicionado por censurar lo desleal, acusado por observar la crítica y mantener la conciencia se cierne la mentira y la frustración. Cuando habrá alguien que realmente genere un cambio social para que regrese la fe, para recuperar la esperanza.
En qué momento de la historia de los pueblos surgirá una verdadera conciencia colectiva que nos lleve a la paz real y al equilibrio social, cuando los seres humanos recogeremos nu leer todo...

El haberme conectado desde la infancia con las contradicciones y desigualdades que abrazan a la sociedad colombiana, me llevo a consolidar una posición ideológica definida antiimperialista y solidaria con la población más débil de nuestra sociedad.
Entendiendo que la lucha de clases es una tarea necesaria para buscar cambios en este sistema capitalista donde la explotación al ser humano es permanente y el estado cumple las funciones de policía y represor para salvaguardar los intereses de terratenientes y oligarcas, me involucro con la revolución Nicaragüense por ser un proceso maduro de la resistencia popular a la opresión, a las dictaduras y la imposición.
Siendo un evento particular por tratarse de una dictadura donde la izquierda revolucionaria se alía con la derecha buscando fundamentalmente el fin de un estado totalitario, hago la exclusión de un pensamiento radical y acepto la necesidad de aliarse estratégicamente con otros sectores por un fin principal.
Me incorporo a la lucha sandinista con el único propósito de terminar con la dictadura y consolidar un proceso revolucionario que genere los cambios necesarios para que sea el pueblo quien decida su destino y tenga el control de su futuro mediante un sistema de amplia participación, equidad y solidaridad.
Pero en el camino las cargas se desacomodan y lo que parecía el triunfo de mis mas grandes aspiraciones políticas y sociales se derrumban ante la realidad humana, el hombre obedece a su conciencia y ambiciones.
Traicionado por mis compañeros de lucha quienes siguiendo sus propias metas ideológicas interpretan equivocadamente nuestra conducta, resuelven condenarnos no solo al destierro de la revolución, también calificándonos de contrarrevolucionarios....
Pasamos a la historia de la manera más vil y degradante por ligerezas en las decisiones adoptadas por la dirección de la brigada y no profundizar en el motivo que nos llevo a luchar hombro a hombro con el pueblo nicaragüense en su gesta libertaria, reconociendo nuestra sinceridad y entrega. leer todo...