El Crashball como herramienta pedagógica
y modelos delincuenciales cuya influencia podría echar a perder los proyectos de vida de personas en situación de marginalidad o periferia cultural.
Se parte de la premisa de que todos pueden hacer deporte de contacto, con alto nivel de competencia al aire libre, sin discriminación de ninguna índole, especialmente cuando hay un entorno agresivo, incitador de violencia permanente, en el cual los estudiantes están "bombardeados" por modelos sociales y culturales nocivos para la autoestima, la salud y la mentalidad altiva disciplinada que puede superar barreras, alcanzar objetivos y transformar su propia realidad.
Jugar CrashBall es fomentar la solidaridad, el trabajo en equipo, la resolución de problemas y sobre todo, la capacidad de creer en nosotros mismos como seres humanos eficaces, responsables y con mentalidad creativa para ser exitosos en la vida, sin estereotipos e imaginarios errados de nuestro entorno. El CrashBall se ha creado para construir proyectos de vida exitosos en todas las instituciones educativas del mundo.
Por todas estas razones, el libro expuesto aquí, responde a la necesidad de contribuir a la innovación pedagógica y la búsqueda de estrategias pedagógicas que contribuyan a la formación de personas pese a la presencia de entornos socioculturales agresivos con imaginarios colectivos mediatizados que aparentemente no permiten la influencia de las aulas en la cotidianidad. leer todo...
Plataforma CEP
Centro de estudios pedagógicos Baumlengerken
Liechtenstein
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