
El compositor del bosque


inclinados a bajas pasiones, haciéndose esclavos de reconcomios como la ira y la envidia, y, arrastrados por el imperio del ego, sucumben a deleznables bajezas que llevan al delito.
Entre personajes de nombres, en su mayoría poco comunes; emociones, disputas, y murmuraciones, los humanos se debaten en multiplicidad de conflictos. La música, sin embargo, como inmarcesible marco de expresión, da su acento de dulzura al conflictivo ambiente en el que, la sencilla familia Ran-sibeira, convertida entre otras, en espectadora del acto de violencia, promueve situaciones de cariño y simpatía en el seno de la pequeña sociedad de Ciudad Grande. Una ciudad cualquiera en la que, un Odiseo, tan noble y aguerrido como el mítico héroe, conduce una enrevesada jornada musical a través de circunstancias apremiantes, en un singular forcejeo entre la música de carácter sinfónico, y la controvertida música popular.
Telémaco Alvarríguez, emulando al valiente hijo del famoso héroe mitológico, emerge con su orquesta de ritmos bailables, proporcionando apoyo a la cruzada musical de esta historia; que no pretende ser apasionante, pero aun así, envuelve complejas añagazas e intrigas de vivo interés para el análisis.
Cantantes de ritmos tropicales, aunados a fogosos intérpretes de temas de música bailable, con acopio de interpretación en los tambores e instrumentos musicales dan movimiento a un singular drama como en cualquier otra sociedad. leer todo...

Ernesto Isea Morillo
Nacido en Maracaibo, estado Zulia, Venezuela