Aldebarán

Uno de los impedimentos más obvios al momento de escribir sería la carencia de brazos y manos, y si acaso tamaña limitación no fuese suficiente para evitar tanta lectura despiadada, no veo dónde pude haber hallado mejor tabla para el suicidio literario, que en esta novela cuyos personajes son mancos, pero no estúpidos.
Este trabajo es a la vez narrativa, novela, y ensayo, y si bien la trama expuesta -dadas sus deliberadas alusiones e ilusiones- no pretende otra cosa que entretener al lector, pueda que algunos pasajes le causen horror, cuando no, desconcierto, o incluso, desagrado, además de risa.
Las historias planteadas se valen del drama humano que enfrenta su protagonista, Aldebarán, un adolescente que habita a mediados del siglo 22, al cual la vida le sonríe de extraña manera, y el destino le depara difíciles pruebas, pues el hecho de haber nacido sin un brazo lo cambia todo para él y para sus jóvenes padres, quienes más allá del profundo amor que sienten por su hijo, les resulta complicado adaptar sus planes al momento de decidir dónde vivir, ya que la superficie del planeta se habría convertido en un lugar inclemente e inseguro para el hábitat, debido a numerosos factores humanos y ambientales, que a la larga conducirían a la edificación de enormes y descollantes torres, las que servirían de hábitat a ciertos grupos calificados de personas, los aerícolas.

Sometido por su condición de minusválido a aceptar cualquier oportunidad de reivindicar su integridad física y psicológica Aldebarán aprende a "agarrarse" de sus dotes, para no dejar que su desmejorada situación le apabulle, inventándose para el propósito un alter ego con el cual poder desplegar sus mutiladas expresiones artísticas, al cual da por nombre Rale, y que en adelante se convertirá en el héroe de sus historietas, y en el protagonista de sus más íntimas fantasías sexuales, mientras coquetea con la ambición de recuperar sus brazos, y poder escapar de la Torre Delta-4. leer todo...