En la vida espiritual no todo es tan lineal ni basta solo la decisión de seguir al Señor, sino que hay que buscar y discernir su voluntad cada día. Si lo reflexionamos, en todos existe un hilo conductor donde Dios actúa en nosotros y nos llama, pero siempre respetando nuestra libertad.
Pareciera que Dios disfrutara en jugar a las escondidas, en un momento se manifiesta y luego se esconde para que lo busquemos y encontremos. A veces nos lleva de la mano y otras nos suelta para que aprendamos a buscarlo y encontrarlo.
Jesús nos enseño a pedir el Reino que es una realidad y no una ficción. Una realidad que cambia nuestra vida porque Dios está presente en ella, cuando nos sometemos a su voluntad. Una realidad que cambia nuestras relaciones con los demás volviéndolas mas fraternas y solidarias.
El Reino es victoria sobre el mal, sobre la tentación, es el poder de Dios que vence las tinieblas de las obras malas. Este Reino significa que los bienes de este mundo son fuente de vida para todos, el Padre Nuestro; significa que Dios es obedecido, amado, reconocido como Padre; significa que la humanidad va superando sus divisiones para llegar a ser un "nosotros", desde donde sea verdad que el "pan" y "Padre" son nuestros.
Jesús es quien realiza perfectamente la voluntad del Padre y por eso su Reino reflejará en nosotros el ser de Dios y nos conducirá al fin de nuestra existencia. El proyecto de Jesús es evangelizar las relaciones culturales y hacernos vivir la paternidad de Dios, la fraternidad de los hermanos y hermanas, y en definitiva el dominio de la creación para servir al ser. leer todo...

El presente tiene como fin dar a conocer el camino recorrido por la Fundación Hijos del Corazón de María (FHCM) desde sus orígenes en 1990, y para la mayor gloria de Dios al mostrar la acción de la Santísima Virgen María y Nuestro Señor Jesucristo a través de un pequeño grupo de personas pecadoras e incapaces de realizar nada sin su gracia.
Desea constituir un testimonio de cómo una comunidad de personas laicas, sin abandonar sus responsabilidades en el mundo, pueden asumir y mantener un compromiso de vida en pro de la promoción humana y cristiana de los niños y jóvenes mas pobres, como respuesta al amor infinito, eterno, misericordioso, actual y personal de Dios.
Sus integrantes desean santificarse como personas y en comunidad, dando su tiempo, sus fuerzas y su vida en el cumplimiento de la misión establecida.
También pretende animar a otras comunidades a seguir este camino de promoción humana y cristiana en favor de los que menos tienen.
En mi primer librito "Encontrar a Dios" trate sobre los años previos a la creación de la FHCM (1985 / 1989). El presente trata sobre la historia de la FHCM en el periodo 1990 / 2024. leer todo...

Según San Ignacio de Loyola "Los Ejercicios Espirituales son un modo de examinar la conciencia, de meditar, de contemplar, de orar vocal y mentalmente, para preparar y disponer el alma para buscar y hallar la voluntad divina en nuestra vida para la salud del alma... No se trata de saber mucho, sino de sentir y gustar las cosas internamente... Ayudan para que cada uno entre en contacto con Dios y aprenda a escucharlo en su corazón....y aprenda a discernir sobre lo que más nos conviene..."
Estos ejercicios tienen hondura y sobre todo que no se quedan en la forma sino que hay que animarse a ir al fondo. Vivamos la vida como una peregrinación siempre. Que el Señor nos conceda la gracia de "ser peregrinos". Lejos de ser una catequesis, ayudan al ser humano a vivir la plenitud de la existencia en esta vida.
Nos posibilita continuar creciendo en nuestra identidad y que podamos vivir personal y comunitariamente en la vida diaria constituyendo verdaderas comunidades cristianas.
Dejarnos configurar por el Espíritu de Jesús en medio de los conflictos diarios, de las decepciones, en las experiencias de incomprensión y soledad, de las ofensas y abandonos, sin dejarnos vencer por la amargura y el endurecimiento del corazón para protegernos de las heridas..
Debemos pedir pues está gracia de ser luz del mundo, luz de Dios y sal de la tierra, es decir fermento de amor, fermento de alabanza a Dios. Y para esto pedir su gracia. De modo que lo que más necesito, es esa ayuda de Dios que me vaya enviando y que me vaya fortaleciendo.
Esto es el fruto de los ejercicios, de toda la vida del cristiano. Que esto vaya prolongándose más y más, que el Señor vaya creciendo en mí y reflejando cada vez más el amor del Señor.
Este librito ofrece propuestas de "Encuentros Espirituales para grupos pequeños o grandes sobre la base de experiencias realizadas en la Fundación Hijos del Corazón de María. leer todo...