Historias y memorias de un puñado de despreciables locos que no merecieron formar parte de esta pulcra sociedad. Un sistema que creo desde la fabrica de balas, hasta la fabrica de testigos falsos; desde ministros de justicia, hasta "zar anticorrupción" y muchas bellacadas más, pero no les dio la oportunidad de vivir su mundo.

El amor los selló pero el mal los persiguió, hasta que la mala muerte se convirtió en el tiquete a la eterna felicidad. Los que quedaron en este mundo, en este reino, en este sistema, pensaran que el infierno es el cielo. Sólo quienes están dementes; lo disfrutaran.

El principio para no volverse loco es no creerles, porque nada de lo que dijeron es cierto, aunque algunos que están empezando a sufrir trastornos sensoriales, creen que, por lo contrario; todo es cierto.

Son tan locos que creen que los periodistas tienen la solución a los problemas de una nación. Dicen que a Matilde la encontraron de tres años de edad, comiendo partes de asesinada madre, en el tiempo de la violencia. Están tan desquiciados que dicen haber visto a una hermanita de la caridad sexando con el loquero Lastra. ¡Qué horror! Menos mal al que habló, lo asesinaron.

Tanto llegaron al tope de su locura, que le echaron la culpa al Presidente Pastrana de haber propinado su peor golpe a los reveldes de las Farc y dijeron que el otro era el nuevo Pinochet latinoamericano. Estos locos se pasaron; dieron nauseas, merecieron su fin. Menos mal ya no existen; y todo termina siendo "disque" "memorias de locos", en un pueblo que no merece tener la sede del infierno. ¡Eureka! que todo es mentira, todo es falso, nada es cierto; todo es fruto de cuentos ficticios, momentos y personajes de una sociedad que no existe, ni existirá jamas.

Sibaté Patio Central linda con el desquicio y la demencia frenética, hasta el punto en que algunos creen que es mejor la del gato después de...

Escritos de estos no deberían permitirse, porque molestan el buen vivir y ponen en duda nuestra preciada pulcritud... No estoy de acuerdo leer todo...