Cuenta la leyenda que un día la Verdad y la Mentira, cada una por separado decidieron descender al mundo de los mortales y en cierto modo-tiempo-lugar coincidieron:
-Buenos días, dijo la mentira.
-Buenos días, contestó la Verdad.
-Hermoso día, dijo la mentira.
Entonces la Verdad se asomó para ver si era cierto. Lo era.
-Hermoso día, dijo entonces la Verdad.
-Aún más hermoso está el lago, dijo la mentira.
La Verdad miró hacia el lago y vio que la mentira decía la Verdad y asintió. Corrió la mentira hacia el agua y dijo:
-El agua está aún más hermosa, nademos. La Verdad tocó el agua con sus dedos y realmente estaba hermosa y ambas se quitaron las ropas y nadaron. Un rato después la mentira se cansó y sintió frio, hurtó las hermosas y confortables ropas de la Verdad, se vistió con ellas y se marchó, así pues, los mortales al verle le abrían sus puertas y les daban los primeros asientos en sus banquetes. La Verdad, incapaz de vestirse con las ropas de la mentira, comenzó a caminar sin ropas por el mundo de los mortales y todos se horrorizaban al verla, cerrándole las puertas de sus casas. Es así como, aún hoy en día, la gente prefiere aceptar la mentira disfrazada de verdad y no la Verdad desnuda
Esta obra se identifica mucho con esta historia porque por la misericordia del que ES, pese a lo fugaz de mi vida, he descubierto la espantosa Verdad de la condición en la que vive nuestra humanidad y he querido compartir esta perspectiva con mis hermanos de la Raza Perfecta y entendamos que una casa dividida no puede permanecer en pie, esa casa es precisamente esta Gloriosa La Raza Humana, a la que llamo a Despertar. leer todo...