Novena de la Natividad del Cristo

La voluntad del Todopoderoso estableció la venida de su Amadísimo Hijo al planeta Tierra en nueve ocasiones, permitíendole nacer humildemente en diversos pueblos y culturas, dando a entender con este designio la Paternidad divina para todos los hombres y mujeres, quienes conformamos una sola familia.
Desde las alturas de los cielos infinitos encarnó Jhasua en nuestro globo terráqueo en el seno de María Santísima, por obra y gracia del Espíritu Santo. En su primera etapa mesiánica fue llamado Juno, sencillo isleño y marinero; en su próxima venida se llamó Numú, modesto pastorcillo lemuriano; nuevamente tomando forma mortal fue conocido como Anfión, sabio indígena monarca de los Toltecas; en su siguiente advenimiento fue nombrado Antulio, valeroso médico y pensador atlante; luego nació en Arabia con el nombre de Abel, casto campesino y agricultor; más adelante nació en India para traer la paz a Oriente, su nombre fue Krishna, bondadoso Príncipe de cinco naciones; nacido en Nepal fue conocido como Gautama Buda, humilde mendicante místico; luego le recibió en su seno el África para acogerlo en sus desérticas montañas egipcias, fue Moisés el taumaturgo de la eterna Ley de Dios, y por fin, nació en Judea en pequeño pesebre, siendo su último nombre Jhasua, Jesús en idioma castellano.
El Hijo del Altísimo, quiso encarnar en estas civilizaciones para demostrar a las gentes que Dios ama por igual a todas las razas, y que su única y Divina Doctrina es universal. leer todo...