El Refranero Latinoamericano

En mi libro Por los caminos de Bohemia, a manera de apéndice recopilé unos 400 refranes y dichos que eran populares en mi niñez.
La filosofía popular se basa en rematar, concluir, las conversaciones con una serie de frases cortas, generalmente rimadas, que sintetizan una conclusión sobre un tema concreto.
En Colombia y en el mundo entero, las gentes de toda condición social resumen, al finalizar un diálogo entre dos o más, con un corolario o paremia.
Los refranes son, entonces, frases de la más alta elaboración del pensamiento, traídos desde tiempos inmemoriales en forma de expresiones populares; su reflexión sirve para consensuar y sentenciar hechos o situaciones en poquísimas palabras.
Al lado de ellos, hay también frases hechas que son usadas por gentes de todo lugar, en forma convencional. Las hay, igualmente, en culturas nacionales, provinciales o locales, usadas por esas comunidades específicas para comunicarse entre sí. Un ejemplo: las exageraciones pisas, en Colombia, que al oírlas o leerlas nos mueven a la carcajada.
Los refranes, dichos, frases, adagios, modismos, proverbios, sentencias, máximas y aforismos de la historia del hombre, suscitan nostalgias y nos recuerdan situaciones, vivencias, miedos, remordimientos y aciertos. Un refrán nos retrotrae al pasado, enfrentándonos a lo experimentado en el ayer; nos refresca la memoria y nos lleva al recuerdo de un lugar, de personas que los recitaban, en una fecha concreta o en una situación determinada. Además, al leerlos el lector se entera de la enorme cantidad de ellos que subyacen en su mente.
Los refranes, por último, nos conectan con nuestro pasado y, muchas veces, generan ineluctables melancolías. leer todo...