Al otro lado del Asfalto
la piel, en la visita vespertina de la niebla, en la llegada de la lluvia a la mañana, en el vértigo de caer a un abismo pletórico de incertidumbres, o en el hallazgo de sabernos habitados por una legión de ángeles y demonios. En este horizonte se enmarca la poesía de Johanna Marcela Rozo su voz nos revela un universo su generis en donde la vida cotidiana, la existencia en toda su densidad es leída con el asombro de quien percibe por primera vez la belleza del paisaje o como quien tiembla ante el asalto del primer beso.
Así, “…a pesar de las grietas que trazo el dolor…” la poeta sigue buscando en el pajar del lenguaje la palabra que logreretener la magia del instante, en que se toca el éxtasis de balbucear lo indecible hermanando su voz con poetas como Alejandra Pizarnik o Guiomar Cuesta para quienes la desnudez de la palabra que nombra lo innombrable es una atávica vocación. De esta manera la poética de la Opera prima de
Johanna apofánticamente nos invita a habitar la cotidianidad desde los mundos que re-crea la palabra que al decir de Rilke “funda lo que permanece…” En suma, solo me resta invitar a que cada lector a realizar la aventura de incursionar en el mundo de palabras que nos presenta Johanna.
Julio César Barrera Vélez
Director Dpto de Filosofía
Universidad de Pamplona
Norte de Santander Colombia leer todo...