VELAZQUEZ EN CUATRO ESPEJOS
armar un nuevo rompecabezas que, prisionero de hechos reales, dé como resultado un juego diferente y atractivo para el lector.
De inicio, no es aventurado suponer que autor y lector comparten un interés -hasta quizás amor- común: la pintura y España. Y de eso se trata en esta obra. De aquel reino donde no se ponía el sol que iluminaba a Lope de Vega, Calderón, Alonso Cano, a Pablo Rubens cuando visitó Madrid, a la infanta Margarita y en especial, según corresponde al protocolo, a don Felipe IV, sin dejar de lado a las hilanderas -fundamentales en esta historia- de la Real Fábrica. También, y abriendo el relato, conoceremos a una bella dama romana sobre la que, avanzando en las páginas, se sugerirá una visión quizás diferente de la pintura más espléndida de desnudo femenino desde entonces y hasta hoy...y al abnegado Juan Pareja, fiel servidor de don Diego. Y al Papa Inocencio...
No es la intención de esta nota resumir las más de cien páginas del libro, sí informaremos que una dama, el propio Velázquez, Juan Pareja y don Felipe IV les contarán al lector lo que el autor de esta obra puso en los respectivos recuerdos de esos personajes -según él los imagina- partiendo, en especial y sobre todo, de mirar y admirar las pinturas de Velázquez, de meterse en ellas, gozarlas y, sin vanagloria, comprenderlas.
Era "algo que quedaba por decir" como se explicará en el prólogo que se encuentra ahí no más, al comienzo de esta historia. leer todo...