
Una carta


ficticia sin dejar de ser introspectiva y existencial, donde el tiempo no cura, pero revela. Este libro es un diálogo con el pasado, con las pérdidas que no se dicen en voz alta, con los vínculos que alguna vez sostuvieron el mundo interno y luego desaparecieron sin ruido. La amistad -en todas sus formas- es el eje que articula estas páginas: la que consuela, la que hiere, la que se desvanece y la que, inexplicablemente, permanece.
Liliana Andrea Calderón Garzón escribe desde una honestidad desgarradora, tejiendo pensamiento y emoción con una prosa reflexiva, filosófica y a veces lírica. Donde cada palabra contiene una pregunta velada, un eco del otro que habita en nuestra historia. En estas páginas, el lector no encontrará fórmulas ni conclusiones, sino un mapa de ausencias, una invitación a pensar(se) en relación con lo que duele y lo que permanece.
Más que una novela, una carta es un relato profundamente filosófico, donde la amistad no es idealizada ni instrumentalizada, sino pensada desde su ambigüedad, desde lo que da sentido, pero también desorienta, sobre lo que significa estar, acompañar y perder. El duelo -ya sea por la muerte o por el abandono afectivo- atraviesa cada línea como una presencia sutil. Es un libro para quienes aún creen en el poder de lo no dicho, en los vínculos sin ataduras, y en la necesidad de escucharnos, aunque nadie responda. Un recordatorio de que hay historias que solo se escriben cuando ya no queda a quién decírselas, y que incluso el silencio puede tener forma de carta. leer todo...

Liliana Andrea Calderón Garzón
y la justicia. Con más de 25 libros —entre poesía, ensayo y narrativa crítica— su obra se ha convertido en una voz lúcida y valiente que invita a pensar, sentir y transformar. Escritora de pensamiento y alma, sus textos son ventanas que iluminan, denuncian y reconcilian.
Web/YouTube: Sin espejos ni pretensiones leer todo...