Camino hacia la libertad
Decide ser feliz
Espíritu del Señor animándonos a hacerlo. Los que tenemos a Jesucristo como fortaleza, sabemos que llegaremos a pesar del millón de dificultades que se presenten. Sabemos que más fuerte es el que nos sostiene, que la adversidad o el desánimo. Tenemos certeza de que llegaremos a alcanzar las metas. Aunque a veces termina siendo el camino mucho más largo de lo que imaginábamos. La cima está mucho más lejos de lo que avizorábamos. Llega un punto en que ya no vale la pena mirar cuánto falta, sino que se debe seguir sin desmayar. Y más bien empezar a disfrutar del esfuerzo, de la lucha. La ganancia no sería tan gratificante, si fuera fácil llegar. Habrá muchísimos momentos en los que tu alma diga: ya no puedo más, ya no quiero seguir. Pasará pero no sucumbirás, ni terminarás rendido por el cansancio sino que tu alma, mente y cuerpo serán renovados. Te encontrarás recargado de energía, lleno de esperanza.
Camino a la libertad, es en este día mi manera de decirte que NO TE RINDAS, que si te desanimas te levantes, no importa cuántas veces. Solo NO TE RINDAS en alcanzar tus sueños con Dios. Y si no tienes ni sueños ni propósitos, es la invitación a que plantees uno porque Dios te creó para hacerlo. ¿Cuál es tu plan de vida? Además, un día Dios te preguntará y demandará: ¿Qué hiciste con los dones que puse en tus manos?
El camino a la libertad consiste en dar algunos pasos que nos llevarán a la plenitud; cambiando hábitos, heridas y complejos.
Tendremos que cambiar esquemas que nos dañan, entre los que está:
1. Creer que uno es el Dios
a. Vivir de las máscaras y apariencias
b. Querer controlarlo todo, manipulando
c. Ser soberbio y no humilde
d. Evadirnos, llenándonos de actividades que impiden que confrontemos el dolor. leer todo...
Verónica Jazmín Corral Proaño
Psicóloga Clínica. Maestría de la Niñez y la Adolescencia.