ÁCIDO
se consolidó a partir de 2014. Azor se dio a conocer con un puñado de textos híbridos y versátiles, demostrando que su creatividad es capaz de distorsionar casi salvajemente cualquier tipo de modelo estándar propuesto por la culturita de lo establecido, que languidece desde siempre en una inercia de discursos inocuos compuestos para ser aplaudidos y premiados por no hacer olas en un barroso mare Nostrum espiritual donde los artistas con garra chapalean en las catacumbas a lo Jean Valjean mientras los becerros que le doran la píldora al supremo ingenio vacío del poder terminan por ser velados rimbombantemente en el Palacio de los Sueños Perdidos. Para Ariel Azor, en cambio, la cosa es literalmente de vida o muerte, y tanto sus temáticas como la poética de la forma se emparentan con las anarquizantes ganas de atacar que surgen de un desamparo empecinado en escupir el hipócrita asadito eterno del provincianismo. Ácido termina por convertirse, entonces, en una especie de legajo estético denunciante parido con una honestidad brutal que realmente conmueve. leer todo...
Ariel Azor
con situaciones insólitas propias del realismo mágico; logrando estas últimas con gran verosimilitud. Podemos ver también en ellas, toques esporádicos de humor irónico, y crítico, haciendo su lectura aún más entretenida e interesante. Este autor parece ser una fuente inagotable de historias y cuando creés que ya no te puede seguir sorprendiendo resulta que lo vuelve a hacer con lo siguiente. Pasando dinámicamente de situaciones naturales y cotidianas, a situaciones insólitas propias del realismo mágic leer todo...