entre la oscuridad y la esperanza
mi viaje personal
puedo liberarme del peso de las expectativas externas y abrazar mi autenticidad con valentía.
Cada paso que doy hacia adelante, por pequeño que sea, es un acto de resistencia contra el miedo y un paso más hacia la realización de mi verdadero potencial. Y aunque el camino pueda ser difícil y esté lleno de desafíos, sé que en cada desafío hay una oportunidad para crecer, aprender y convertirme en la persona que estoy destinada a ser.
En ocasiones, reflexiono sobre por qué sentimos tanta presión social por saber cómo comunicarnos sin temor a ser criticados o ridiculizados. Esta preocupación no se limita únicamente a las interacciones con hombres, sino que también abarca las relaciones con mujeres. La idea de no poder responder con seguridad y claridad, por miedo a ser juzgados, puede generar una sensación abrumadora de desesperación.
Es como si estuviéramos constantemente bajo el escrutinio de los demás, tratando de descifrar las reglas no escritas de la comunicación para evitar errores que nos lleven al ridículo o al rechazo. Esta carga emocional nos hace cuestionar nuestra propia valía y nos impide expresarnos con autenticidad y confianza.
Pero, ¿por qué deberíamos sentirnos obligados a caminar sobre cáscaras de huevo en nuestras interacciones sociales? ¿Por qué se espera que seamos perfectos en nuestras palabras y acciones, sin margen para el error o la vulnerabilidad? Esta reflexión nos lleva a cuestionar las expectativas irracionales que la sociedad impone sobre nos leer todo...