El descanso en paz de Roberto Mandeur Cortés Bobi Fett

Como era de suponerse, la mafia del poder mexicana restantes, las sobras de la tríada japonesa, china y filipina y la familia colombiana zarina de la cocaína y dueña de la editorial autoreseditores.com, banearon el útimo título de Roberto intitulado Notas de los Cuentos recuperados, donde anunciaba, en su intervenida cuenta de Facebook, que Bobi Fett había muerto, que el Pejelagarto vive y que se salve quien pueda.

Mientras la mala noticia de la muerte de Bobi Fett y la vida del pejelagarto se extendía como mecha de pólvora y como cáncer terminal en páncreas, Bobi Fett lavaba su cota de tela de su armadura hecha de tela de algodón de ala de querubin, ya todos exterminados por Fett que despedía un fuerte olor a muerte, a sarro, a mierda y el agua purificadora salía oscura como champurrado escurriendo conforme Bobi la exprimía hasta que la dejó completamente limpia.

Frotó sus axilas, su cola, aprovechó el cloro venenoso para lavar sus dientes y quitar el odor de queso de sus pies ya limpios de la última piedrita de asfalto chapopote hecho de becerritos negros inocentes.

Gracias a los tines zapatilla de escamas de pez multicolor que me regaló Perlita Cangrejo, mi pie derecho sanó, no hay heridas supurantes, negror asfáltico y el mal olor es muy leve. Será mejor que salga de bañarme con agua clorinada, me puede disolver la combinación de amoniaco de millones demonios humanos y el cloro malicioso.

En el departamento de abajo, Memito Cerda, un trabajador broker para PEMEX, hijo de sus renacidos padre y madre en la Habana Cuba, Don Héctor Cerda y Eréndira de Cerda, eran extrañados por Memito. leer todo...