Costumbres, Personajes Típicos y Anécdotas de mi Pueblo
Segunda Parte
alzaba su saludo y sonreían. Unos a otros intercambiábamos gentilmente una sonrisa en los labios, como gratitud. Era una sensación de agrado muy empática, sentía el calor pueblerino, un apego de amistad, un cultivo de emoción nativa. Algo tan familiar como al interior de tu propio hogar, nuestro pueblo era un gran hogar, un sitio en el que todos participamos sin distinciones. Ahora cuando voy por sus calles rara vez descubro un rostro conocido. En los últimos años Marchigüe se ha convertido en un pueblo cosmopolita al igual que una gran urbe ¡Que exponencial ha sido el cambio en nuestro pasivo pueblo del viento!, con su soplo libre y soberano, descontaminado, sin espasmos, con su retícula de olores silvestres, muy saludables para todos sus residentes... ¬¬¬ Qué hay de Juan o Pedro, que hace mucho que no le veo. Es que pasó entre la muchedumbre, es que allí está, desapercibido entre la multitud y no alcancé a distinguirlo para saludarle. Es esta una sensación de incertidumbre y recogimiento, de ambigüedad, porque antes todo era real y lo podíamos palpar, y oler y escuchar los trinos transparentes que ahora son solo un lejano piar que no aflora sobre el ruido permanente; y sobres las aceras van caminando ausentes, insertos en un aparato celular que les impide ver a su entorno más inmediato, y por tanto no advierten la presencia de su vecino, o de aquella persona que cruzaron en su raudo caminar... leer todo...