Tirando a la Bartola
trama se va contando la realidad del progreso urbano, pero unido a significativas diferencias religiosas y políticas que derivaron en un particular problema social difuminado entre extravagancias del imaginario popular. En el ensayo no faltan los caminos de la ciencia, la sátira política, la comedia, las buenas y las malas tradiciones, donde uno de los mayores propósitos diocesanos, el servicio, salva la situación imperante.
El escenario es 1925 en tiempos de la Revolución Juliana, cuando la inestabilidad política no fue un privilegio de las grandes ciudades; pues, cabe citar que, en la urbe, y a lo largo de dos décadas fueron turnándose treinta y ocho alcaldes. Se recrean con humor momentos de éxtasis en la administración municipal y de locura misma repartida por las calles, forma literaria que no tiene otro objetivo que demandar en el lector un razonado debate sobre los desvíos y la normalidad, la chifladura y la razón.
El relato concluye cuando Isidro Ayora empezó a ejercer la Presidencia de la República. Así, quizá por fuerza de las circunstancias los lojanos trajinaron entre varios caminos políticos; además, y a lo mejor por usual apego al costumbrismo propio de las inmodestas urbes propietarias de entornos explícitamente tranquilos el cambio se inició muy lentamente; entonces, basta pensar que, cual pintura eterna, sus pobladores se resistieron a dejar de saborear cierta esencia aldeana, marco perfecto para que se suscitara esta fábula, en la que los personajes centrales en realidad no son las autoridades políticas, sino los pobres, en particular los que se dieron por llamarles chuchumecos. leer todo...
PATRICIO COSTA PALADINES
Patricio Costa Paladines nació el 18 de abril de 1961 en la ciudad de Loja, capital de la sureña provincia del Ecuador. En su vida laboral iniciada en 1985 han concurrido la ingeniería civil, la economía y la administración de empresas, con formación alcanzada dentro y fuera del país. Ha vivido en Loja y Quito, pero su campo de trabajo público y privado ha sido amplio. Gusta de largos viajes de aventura.