Vida y Ministerio en el Espíritu Santo

Este libro comienza y termina en torno a la unción sin intentar hacer una disección imposible de lograr, pues no encuentro la forma de investigar la correlación entre poder, autoridad, unción y amor sin caer en la presunción de entender la divinidad del Señor, por ende busco tocar cada tema dentro de un todo en la Persona del Espíritu Santo.
La idea de la investigación me entusiasma, sobre todo en este momento en el que acabo de retornar a la Argentina luego de una interesante experiencia misionera, que me resultó de mucha inspiración pero hablar de poder, autoridad y unción por separado cuando la misma fuente es la Persona del Espíritu Santo es imposible.
Cuando Jesús predicó, enseñó y actuó, lo hizo bajo un poder y una "autoridad" superior a la de los escribas. Cuando Jesús predicó también "el poder de Dios estuvo con Él para sanar". Mientras Jesús enseñó en una sinagoga expulsó demonios y los testigos se preguntaron "¿Qué es esta nueva doctrina (enseñanza) que con autoridad expulsa demonios?".
Siempre vemos las palabras autoridad y poder actuando conjuntamente. ¿Y qué de la unción? Jesús lo dejó en claro al comienzo de su ministerio, en una sinagoga al volver del desierto "en el poder del Espíritu" cuando dijo: "El Espíritu del Señor está sobre mí porque me ha ungido para...". No es posible ver indivisibilidad en su ministerio. Pasaron más de 2000 años desde que el Señor Jesús resolvió muchas cosas en esa cruz. Cada tanto nos viene bien "volver" al siglo I y tratar de avivar nuestra fe en la dependencia del Espíritu Santo, sobre todo en los tiempos que nos toca vivir, y en los que vienen para nuestros hijos. leer todo...