Unalome

Uno de los procesos más complejos del día a día es indudablemente el aceptar como el devenir diario se presentan antes nosotros. Un sistema de pensamiento puede estar condicionado por muchos factores como la cultura o el lugar donde uno se ha criado. Cambiar nuestra manera de pensar no siempre es la forma correcta de lidiar con nuestros asuntos. Sin embargo, pensar y cómo hacerlo se ha convertido en un arma de doble filo para muchos. Para algunos, es un lastre, para otros, es una manera de crecer. Pensar, en sí no es el problema, necesitamos de nuestras construcciones mentales para proyectarnos o tal vez, esforzarnos por conseguir algo más en nuestras vidas. El dilema realmente radica en la relación que tenemos con nuestras ideas y pensamientos, pues es esa conexión la que nos brinda una visión real de lo que estamos viviendo y lo que pueda estar por llegar. La vida es un sinfín de cambios constantes que nos somete a repentinas giros de dirección y el tener una conducta de aceptación hacia la propuesta de los fenómenos es una forma efectiva para llevar una vida tranquila y armoniosa, incluso feliz si es el deseo de la persona.
La categorización pueda que tenga productividad en muchos aspectos sociales, sin embargo, definir algo en rasgos duales no deja espacio para un camino medio importante para sacar el máximo provecho de lo que nos acontece a diario. La información que recibimos se torna difícil de entender al momento en que, empezamos a generar juicios anticipados con resultados generalmente improbables. Si para muchos el sentido de la vida es hacer lo que lo llena de felicidad, también debería ser el hecho de vivir en una paradoja donde la vida no tienen ningún sentido pues lo que es, simplemente así debe ser. Aquí y ahora es la respuesta de muchas inconsistencias psicológicas, pero también lo es el equilibrio entre lo que me gustaría hacer sin descartar lo que ahora tengo la oportunidad de vivir. leer todo...