SI YO FUERA PRESIDENTE DEL ECUADOR
Opinión de un ciudadano común
un experto en esos temas, a pesar de las investigaciones que ha realizado para errar lo menos posible.
La información que se brinda en este libro, en muchos casos, es tan simple y común, pero no se la pone en práctica por diversos motivos: excesiva burocracia, el peso de la costumbre, miedos irracionales, herencia cultural, mezquinos intereses o el simple desgano de quien "puede, pero no quiere", entre muchas otras razones.
A pesar de que, el autor, no ostenta una profesión -en esta rama- que avale sus recomendaciones, tiene todas las ganas de ver cambiar, de forma positiva, a su país, dejando a un lado las posibles vergüenzas que podría estar pasando al hablar sin mucho conocimiento, teniendo en cuenta tanto erudito que se ha pronunciado, ha tenido oportunidad de ejecutar sus ideas y, no ha cambiado para nada el rumbo de esa sociedad ecuatoriana que va en picada.
El escritor tiene muy claro que la clase política, las organizaciones que se sientan afectadas y muchos funcionarios públicos (sobre todo los de alto rango) pondrán el grito al cielo, ridiculizando y desmereciendo las ideas planteadas por el autor, sus conocimientos diferentes al área política y denigrando al propio escritor de este sincero boceto, ya que les afecta directamente y les coarta su sustento de vida, sin embargo, él está seguro que debe continuar, ya que esto sale de su mente en forma explosiva y no lo puedo controlar.
Aquí se topan temas muy delicados como la dudosa "necesidad" de mantener a las organizaciones políticas y los cambios necesarios en entidades del estado, tal es el caso de las Fuerzas Armadas, la Policía Nacional, la Seguridad Social, el sistema penitenciario, la salud y, leer todo...