La isla de Montecristo
Gobierno de Italia.
Antonio no se da por vencido. Busca al francés y le pide que le venda la Isla y le cuenta de los muchos años que lleva ahorrando para comprarla.
El propietario se la vende con mucho gusto pero sin ir a la Oficina del Gobierno sino con un simple papel firmado por él, como dueño, autorizando a Pellerini para que actúe como desee en relación con esa isla inútil, siendo la única condición insalvable que no la puede vender ni dejar en testamento como herencia para nadie. Si lo hiciera, iría a parar a la cárcel, porque esa isla era la propiedad que le permitiría a él, el dueño legal, comprar un título de Conde en Francia y disfrutarlo en París y, a partir de ese momento, ese montón de piedras, se convertiría en ′El Condado de Montecristo′ vinculado a su nombre de forma indisoluble. Por lo demás, una vez él estuviera convertido en Conde, se olvidaría por completo de tal isla.
El lector, a través de esta historia, podrá juzgar si fue buena o mala la inversión de los ahorros de muchos años de nuestro protagonista... leer todo...
Margarita María Niño Torres
Margarita María Niño Torres: Colombiana, nacida en 1943 en Duitama (Boyacá). Hija mayor en una familia tradicional de siete hermanos. Rebelde y peleadora, lectora incansable, amante de los números y la geometría, de los viajes y de las aventuras.
Profesora a lo largo de cuarenta años. Escritora de textos escolares y de cuentos y ficciones para niños y viejos.