Carlos Andrés Escobar Bustos

Culminada su labor en calidad de agente encubierto con la División de Inteligencia Policial, el detective Jakublien Bankward se ve intrigado por un aviso que definirá su nuevo rumbo: el Decreto Legión Inconquistable. Tener vergüenza será requisito indefectible para ser admitido en una legión integrada por detectives desdichados, resueltos a escarbar en el pasado, bajo el mando de Enrique D Schappeliart, fundador del DLI, un detective obsesionado con eventos de cualquier antigüedad que ha revolcado en la historia desde el atrás más reciente hasta el ayer más arcaico. Pronto Bankward es vinculado a las exploraciones de «los tiempos aquellos», actividad paralela al quehacer regular de los detectives, y El Superior Schappeliart lo designa como escribiente para acompañar la acción del agente Sutherseld, un detective con amplia trayectoria en el oficio cuyo retiro insospechado, más allá de ausentarse el día de la boda de Eunice Blanchett y el detective Lubleik Donizeit, guarda estricta relación con el desenlace incierto de Schappeliart desde la aparición de un papiro escrito por Erasmo de Rotterdam, fechado en el año mil quinientos treinta y cuatro. El canto del agente especial Ziag Leira en el culmen del matrimonio será la señal inequívoca para que Klaus Siegfried Brommenfrehler, ex comisionado de la Agencia Internacional del Gobierno Central y premio Koulaard Terlouw en medicina, entregue noticia al joven detective Leira, en presencia de su madre Lucrezia, sobre hechos concernientes a una ciudad del anonimato, envuelta en un manuscrito subrepticio que pudo haber desaparecido. Brommenfrehler dará este testimonio en la misma sala del castillo donde la razón de ser del Decreto Legión Inconquistable emergió, entre pesadillas, en el sueño de un proyectista. leer todo...