EN POS DEL TESORO DEL ÉXODO
hallamos este diálogo entre Dios y Moisés: «Haré que este pueblo obtenga el favor de los egipcios, de modo que cuando partáis, no salgáis con las manos vacías, sino que cada mujer esclava llevará de la dueña de su casa objetos de plata, objetos de oro y vestidos, que pondréis a vuestros hijos y a vuestras hijas, y así despojaréis a los egipcios...».
La costumbre egipcia indica que el «Tesoro» estaría escondido en la Tumba de Moisés, pero nadie sabe dónde se halla tal tumba.
Bill, un espía israelí en Egipto, joven aventurero y codicioso, ansioso de apoderarse de tesoros y también de ganarse fama, cae en la trampa de Imram, su guía egipcio. Dos opuestos, cuyos caminos nunca debieron cruzarse, constituyen una peculiar alianza destinada a cambiar el curso del futuro.
Asociados en la búsqueda del Tesoro del Éxodo, encuentran la tumba secreta del profeta Moisés. Allí descubren respuesta al interrogante más cardinal del mundo monoteísta: el significado del Código «Jehová», un nombre usado para señalar a Dios que no tiene significado en ningún idioma, ni siquiera en el hebreo. Lo más notable es que la religión hebrea prohíbe el solo pronunciarlo.
De ese descubrimiento redunda un efecto mágico a Bill. El mismo que redundará al lector, según estimo probable, y que consiste en la concientización de que nuestro mundo es mucho más que el instinto de sobrevivencia, la acumulación de riquezas materiales y el destrozo del futuro de la Vida en este planeta por la ambición de perseguir un enriquecimiento que nadie se lleva a su tumba.
La novela revive de manera original un pasado de más de 3500 años atrás, se centra en la época contemporánea, que es el trasfondo de hechos verídicos en el conflicto leer todo...