CUANDO EL AGUA CORRE LAS MAZORCAS CANTAN
Edición bilingüe: Maya Tsotsil/ Español
que son pequeños cantos poéticos que enaltecen lo mismo a las palabras que a la naturaleza, a la que se siente apegada. Algo que no debería de sorprendernos, pues se entiende que la naturaleza es una cosa viva, solo que, en el mundo moderno, hemos perdido la costumbre de venerarla como tal, un ser viviente, algo que nos nutre y se nutre de nosotros, reinante sobre nosotros. Bautista escribe para quedar detenida en el tiempo de su propia experiencia personal del vivir y celebrar la vida, al mismo tiempo que se colma en su propia tradición.
En el escenario de sus textos poéticos hay un ritual primitivo de contemplación, podemos notar cómo el sentimiento va hacia afuera, a la observación del mundo desde la vida interior, pues su hablar construye un espacio nunca saturado ni exagerado, por el contrario, agradecido en lo certero de su brevedad , y sin embargo, su mundo modelado por el presente, en su ya dicha naturalidad, es también dramático -en poemas como «bajo el Sol»-, y también capaz de rendirse a las epifanías de las imágenes. Como su título lo anuncia, el maíz es la presencia constante durante todo el poemario, se entiende que para la poeta esta planta marcó su vida: maíz-grano-mazorca-estar-en-el-mundo-la-tierra-el-agua. Así, pues, la pluma de esta autora y su poesía -esa poesía que muchas veces es una forma elegante de anunciar un malestar--, tiene algo de celebratoria, y sin embargo no deja de tener un aire melancólico de pérdida y nostalgia, donde, en secuencia, aparece lo cambiante del mundo y lo duro de ciertas épocas en las que el hombre abandona la tierra, acuciado por la miseria o deslumbrado por las luces de la ciudad, olvidando que «Somos Maíz». leer todo...