Por Amor Al Fútbol

El que no haya hecho una travesura jugando fútbol se perdió de un gran momento de la infancia.

Los adultos no lo dimensionan pero los partidos que juegan los niños en las salas de sus casas, los andenes del barrio, los potreros o en cualquier cancha improvisada son de la más alta importancia. Parecen ser cotejos intrascendentes cuando en realidad - desde la imaginación - se están disputando finales de Copa del Mundo, Champions League o Copa Libertadores.

Un niño -creyéndose Maradona, Pelé, Messi, Cristiano o Radamel Falcao - acaba de impactar con toda su fuerza un balón, sinónimo de gol. La euforia, sin embargo, es de corta duración. Porque a pesar de haber ganado la Copa del Mundo con esa magistral anotación, acabamos de romper una ventana, una porcelana o una vajilla de imponderable valor. En fracción de segundos - como habrá de sucedernos tantas veces a lo largo de nuestras vidas - pasamos del cielo al infierno, vertiginosa caída en cámara lenta. El regaño es tremendo pero nos sentimos vivos. Es más ¡lo volveríamos a hacer!

Por Amor al Fútbol.

Después crecemos. Poco a poco perdemos la inocencia. El fútbol nos sigue apasionando pero entendemos su inevitable deriva a ser un negocio más. No obstante, la invitación que plantea este libro es a pensar el fútbol como un regreso voluntario a la infancia, concepto desarrollado por el maestro mexicano Juan Villoro:

"Baudelaire decía: Tenemos de genios lo que conservamos de niños. Cualquier artista trata de recuperar su infancia a través de una destreza. En el caso del futbol, yo creo que, igual que en el arte, nos permite este regreso voluntario a la infancia, donde no hay nada más importante que el juego".

A lo largo de 107 escritos (las mejores Pinceladas del periodo 2018-2021) este libro invita a todos los involucrados de alguna u otra manera con este hermoso deporte - jugadores, técnicos, hinchas, periodistas - a que no olvidemos que también se pueden hacer las cosas...

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