Más grande que el techo del cielo
realmente feliz. Pero despertar y saber que a mi lado no está, es la manera más difícil de vivir, de seguir. Si, ella es lo más lindo que hay de Norte a Sur y de Este a Oeste, no hay un lugar más maravilloso en el planeta que sus brazos, donde existe calor para cualquier frío; no hay lugar más colorido que su mirada, hay tanta belleza acumulada. Quisiera que cada día soñáramos los dos en la misma almohada, despertar de madrugada, mirarla allí, dormida, darle un beso en la mejilla, abrazarla y seguir durmiendo. O hacer que abra los ojos y decirle que la amo, acariciando su cabello y besando sus labios, escuchando esas dos palabras de vuelta con su tierna voz, y al día siguiente saber que fue real y no un sueño. Saber que la vida con ella no se mide en años, que la vida con ella es la eternidad, saber que con ella no hay nada imposible, que pudiera hacer fuego frotando dos bloques de hielo, que por verla pudiera ir a la luna en triciclo y regresar; saber que su espíritu es tan bello como el suspiro de un bebé, que la vida sin su presencia es tan vacía que no se llamaría vida, sino "vacida". No exagero al decir que es lo más lindo que vive en el mundo, tampoco miento al decir que es la única que me roba los suspiros a cada momento; por aquello y todo esto, sé que lo que por ella siento es más grande que el techo del cielo. leer todo...
Marco Antonio Parra Gámez
Si me llegas a ver, no mires cómo ando vestido, mira mi cara que de ropa me cambio todos los días.