El Ente y la Serpiente

En un hábitat con mucha naturaleza un ente espera encontrar vida, un mundo donde hace poco los seres que vivían lo habían llenado de tecnología, al punto de extinguir su propia raza y la atmósfera que permitía otros tipos de vida, no hay conocimiento de existencia animal ni inteligente, sólo en el nivel celular.

Buri es una energía joven, se creó de la luz y purifica los lugares en dónde se encuentra, la oscuridad no puede entrar en ésta partícula debido a que sus reflexiones no permiten que una frecuencia o composición que no sea pura pueda adherirse, de hacerlo, tendría que purificarse por completo antes de que algo pudiese entrar.

Las modificaciones materiales que le permiten a este ente tener forma y movilizarse, son proyecciones que juegan con las percepciones, creando paralelos de luz que permiten ver un tipo de materia existente y a la vez no existente.

Su aspecto es de 2 extremidades inferiores y superiores, una cabeza y un tronco, su cuerpo tiene la piel del animal más fuerte que existió, al igual que, cada una de las partes se complementan de los seres que alcanzaron los niveles de evolución más altos.

Decide explorar sin hacer uso de sus aptitudes físicas ni mentales, Buri puede volar, transportarse entre la luz, hacer telepatía e hipnosis, telequinesis e incrementar su fuerza dependiendo del momento y aun así no ser materia, puede existir en una partícula de oxígeno o puede ser un gigante.

En una cueva llena de agua encuentra a una serpiente con la que no se podía comunicar ni siquiera con telepatía o hipnosis. Intenta conectarse con ella por medio de la naturaleza y tampoco puede entender lo que ella dice, ni ella lo que el ente dice.

Una magia que la partícula conocía pero no entendía, quería explicarle que necesitaba ayuda, por lo que el ente decide dejar la luz y buscar en la oscuridad la forma de entregar el mensaje a la especie viviente que encontrase allí. leer todo...