La Risa a la Japonesa

Un asesinato se cumple en una gestoría donde se borran todas la huellas del asesino, sangre y huellas incluidas.
Tuve la idea del libro primero por mi grande amor a la ciudad.
En mi cuento, se descubre el asesino por casualidad y intuición del comisario de policía (Martínez).
En intención sería dar un "comisario literario" a la ciudad, como otras: Madrid, Barcelona, París, Londres, Palermo.

Personajes: jefe de la gestoría, Señor Sagarra "un hombre triste" como lo define Martinez y un "tipo raro" como lo consideran sus vecinos, en realidad es un tímido.
La madre del gestor; super-ansiosa, protectora del hijo, "media loca" la consideran los vecinos.
Jorge. Pareja de la chica asesinada (Clara) que huye de la policía por temor que sospechen de él que es de origen chilena.
Jorge sospecha algo pero por miedo a perderla prefiere callarse.
Hay también un asesinato marginal a la historia principal, cometido por un loco, que me permite de seguir hablando de Zaragoza y sacar algunas antiguas leyendas sobre el río Ebro y al mismo tiempo poner la Ribera como teatro de pensamientos trascendentales y relajamientos del comisario Martinez.
Hay otros dos personajes (existidos en mi pueblo), que hace años han muerto. Uno murió asesinado. La cárcel la hizo el hermano sordomudo, pero, por lo visto, algunas personas del pueblo conocían el verdadero asesino) pero aquí no se habla del caso (podría ser una idea futura), hablo simplemente de los dos que todo el mundo pensaba locos pero en realidad demuestran de ser muy listos. Osea, en mi cabeza, una rehabilitación póstuma. Luego hay personajes de contorno como los colegas del comisario que pero tienen todos apellido aragonés, un medico que trabaja en Ejea, un vicecónsul de Colombia que da buenas indicaciones a Martinez y finalmente tres personajes que aparecen en un sueño del policía. leer todo...