LA BESTIA
presente, torturándome, burlándose de mí. Desde muy niño presentí que algo en el mundo no estaba funcionando bien. Algo intangible que no podía describir, pero que estaba ahí, siempre al acecho, persiguiéndome como una sombra invisible. Nadie me lo insinuó. Solo sé que lo podía olfatear: en el ambiente contaminado, en la tristeza imperceptible de mi madre, en la sonrisa maligna del capataz, en las lágrimas secretas de mi nana... En fin, en todo lo que me rodeaba. Desde muy niño lo descubrí, y desde muy niño comencé a escuchar ese eco invisible repitiéndome una y otra vez que mi abuelo era el culpable de todo. Por eso decidí asesinarlo... Por eso lo..."
"... Cuando entré al campamento, la tristeza se me convirtió en otra cosa. Me llené de miedo, pero de un miedo delicioso, es decir, no era dulzura... Más bien era fascinación. Sabía que en todo el planeta no encontraría otro lugar más apropiado que ese, para hacer cumplir mis sueños: Deseaba desmembrar a mi abuelo. Me imaginé recogiendo su sangre en un balde transparente para verla burbujear, y luego rociarla en los pisos y paredes para envenenar a las plagas, y después, para sentirme del todo satisfecho, llevarme a vivir a la profesora Margarita a ese mismo lugar, aunque nos tocara soportar de por vida el repulsivo olor a sarna..." leer todo...