Sírvanos para argumentar razones de éste conjunto de reflexiones cortas, síntesis en mayoría de temas ya pastados antes en libros de nuestra autoría. En principio diferentes, pero que pueden servir igual para hurgar en más de una dirección e intenciones socio-culturales. Es que también propagan divulgan, aclaran. Y algo nuevo al hacerlas menos complejas en la manera de expresarlas..., para nada turbias... si bien precisas. Sin olvidar lo del Buen Sembrador: cultivar bien el terreno, que aproveche la buena simiente.
De la pedagogía libre del arte, a la manera del políglota Samuel Feijóo, en territorios al centro cu-bano. De la Trova tradicional aspectos no conoci-dos, en especial hallazgos encontrados en asentamientos de inmigrantes catalanes en la zona occidental, portando referencias a prácticas de la trovadoresca medieval, las que afectaron, posteriormente, a figuras como Manuel Corona.
Se le dedican espacios al genial escritor cubano dieciochesco: Cirilo Villaverde, en referencia directa a su obra cumbre "Cecilia Valdés", cuando instrumenta su pensamiento ideo-social, al ligar figuras, como la del esclavo Dionisio y su esposa, al destacado humanista conde de Jaruco y Mapox. O, a la del esclavo el calesero, Aponte; descendiente ideológico éste del negro curro sevillano habanero, al que Villaverde liga, en la estructura argumental, al otro Aponte de nuestra historia liberadora, José Antonio, para darnos una singular reinterpretación villaverdiana de hacer historia.
Se publican así mismo, trabajos de investigación sobre el esfuerzo misionero de pastores protestan-tes en Cuba, con inicios en el pasado siglo XX, muy humanas y sensibles.
Referencia a costumbres marineras de historia pasada. Del propio José Antonio Aponte nuevas aristas socio-culturales; temas de nuestra historia musical: de la canción Habanera, de la rumba y el guaguancó. Y del libro-decimario del poeta Leoncio Yanes... ¡La lectura queda abierta! leer todo...

"Por sí haber ido a La Habana, ¡valga la ronda!". Este libro ocupa un segundo momento, de una serie que pretende agrupar libelos de contenidos extractados que pueden aportar mucho al lector. Son el producto de contenidos más extensos desarrollados antes en libros del propio autor. Es la versión mejorada de uno inicial, a la que se le agregan nuevos trabajos que lo amplían y complementan; que, en esa primera ocasión se le intituló: "Yo si voy a La Habana". Para la ocasión aprovechas notas del estudioso villaclareño: Adrián Pastor Quinteros.
Valla capricho intelectual, "el mundo se derrumba y yo cantando", como diría otro cubano que ante la adversidad encontró al arte como salida espiritual. En este volumen José Teófilo Gorrín nos invita a cantar a la vida en tiempos de pandemia a través de la escritura amena que invita a la lectura en un primer momento, logrando conducir al lector por los parajes desconocidos de la Habana decimonónica, vista por la mirada a veces de Cirilo Villaverde y sus personajes desgarradores, otra por la reflexión juiciosa de investigadores, etnólogos, historiadores de la talla de José Victoriano Betancourt o don Fernando Ortiz.
Podríamos dividir estos mensajes llenos de cubanía y esperanza colgados en las repletas redes sociales atiborradas de malas noticias y sin sabores en tres grupos, entrelazados por el hilo mágico de la historia. Historia de los grupos sociales y las razas que conforman el entramado sociológico y antropológico del pasado que compone en gran medida lo que somos en el presente. Un pueblo de hombres y mujeres sólidos, que no se cansan en medio de sus carencias económicas de soñar, de crear, sin pretender ser perfectos, capaces de encontrar en el complejo ajiaco en el cual navegamos lo que nos une más allá de lo que nos hace diferentes. Curros, Abakuá, y otros temas en menor medida, devenidos en literatura básica, componen esta visita a la capital de los cubanos; secretos de la sabia popular, historias de amor, incendio leer todo...

"Por sí haber ido a La Habana, ¡valga la ronda!". Este libro ocupa un segundo momento, de una serie que pretende agrupar libelos de contenidos extractados que pueden aportar mucho al lector. Son el producto de contenidos más extensos desarrollados antes en libros del propio autor. Es la versión mejorada de uno inicial, a la que se le agregan nuevos trabajos que lo amplían y complementan; que, en esa primera ocasión se le intituló: "Yo si voy a La Habana". Para la ocasión aprovechas notas del estudioso villaclareño: Adrián Pastor Quinteros.
Valla capricho intelectual, "el mundo se derrumba y yo cantando", como diría otro cubano que ante la adversidad encontró al arte como salida espiritual. En este volumen José Teófilo Gorrín nos invita a cantar a la vida en tiempos de pandemia a través de la escritura amena que invita a la lectura en un primer momento, logrando conducir al lector por los parajes desconocidos de la Habana decimonónica, vista por la mirada a veces de Cirilo Villaverde y sus personajes desgarradores, otra por la reflexión juiciosa de investigadores, etnólogos, historiadores de la talla de José Victoriano Betancourt o don Fernando Ortiz.
Podríamos dividir estos mensajes llenos de cubanía y esperanza colgados en las repletas redes sociales atiborradas de malas noticias y sin sabores en tres grupos, entrelazados por el hilo mágico de la historia. Historia de los grupos sociales y las razas que conforman el entramado sociológico y antropológico del pasado que compone en gran medida lo que somos en el presente. Un pueblo de hombres y mujeres sólidos, que no se cansan en medio de sus carencias económicas de soñar, de crear, sin pretender ser perfectos, capaces de encontrar en el complejo ajiaco en el cual navegamos lo que nos une más allá de lo que nos hace diferentes. Curros, Abakuá, y otros temas en menor medida, devenidos en literatura básica, componen esta visita a la capital de los cubanos; secretos de la sabia popular, historias de amor, incendio leer todo...