- Los libros traen aquí un textillo que insulta al lector, pero yo reconozco el respeto como un afecto y lo que escribo no es menos que un gran sentido de afecto, así que lejos está mi intención de insultar en este pequeño espacio. Llamarme libro es extraño a los umbrales de mis dedos y mi alma, quizás tejido al mejor estilo antiguo sea algo más próximo al rápido y medido ejercicio de mis dedos y mis intenciones; este texto es suave hierba o una terrible pesadilla en los límites del sentido del lector. Hablo del sentido que es sentir y pensar en los más ágiles y percibir y temblar en los más torpes, de ahí su declarada oposición, de sutil aire para el alma puede volverse olor de sangre dura y carne púrpura, y nada podré hacer porque mis dedos ya no están allí, están solos mirándose a los ojos y soportando hasta romper el espejo, él, es obvio, de atrás hacia ti. Ya no habrá más que hacer con este tejido tras la ruptura y si ya has roto el espejo y no eres un estúpido Narciso de los de hoy, no reconocerás aquí más que... Una entrega inútil. leer todo...

Un baúl exento de realidad y tiempo, quizás para tentar las viejas confianzas en la razón sobre sus modos convenientes de discursar sobre la memoria, o, en efecto, una apuesta sobre la complejidad de la memoria para derrumbar la muy actual y absurda confianza de que la memoria es un banco de datos, pues serlo, no es más que una simulación conveniente. La memoria y la vida son una, la memoria y la realidad son una, y, dado que el tiempo no existe, en la memoria todo converge sin distancia ni tiempo, no importan las barreras de la conveniencia, la inmensidad de la vida se viene encima del borde y los actos efímeros, sólo dependen de la voluntad para erigir la complejidad en una obra, para levantar el cuerpo en una ejecución coimplicadora del alma dispersa. La obra voluntaria es memoria efectiva, a eso es a lo que la actualidad a olvidado llamar arte. leer todo...

Al leer esta historia, veo personajes llenos de intenciones buenas, inocentes, cariñosos, asustados, y sobre todo leo líneas de un autor con estas características. Pienso que estos modos de sentirse corresponden a la intimidad del ser humano y es muy importante lograr escribirlas, pero cuando pienso en que este autor tiene diez años, creo que la lectura ha hecho algo por su vida, le ha enseñado a valorar el poder decir, el poder hablar lo que se siente. Tarde o temprano la lectura lleva a la escritura, y aunque sea aún temprano aplaudo su hallazgo, porque no ha abandonado a sus personajes en el silencio.

Jhon Durán Fuentes leer todo...

En una noche pueden caber innumerables destellos en un azul oscuro sin fondo, infinito, ¡cómo no voy a caber yo que según la cédula mido 1.80m! Y si quepo yo cabe usted, que según las cuentas, el promedio de estatura en Colombia es de 1.70m. Y si es usted de otro país agáchese, o empínese, que usted vino a leer y yo a decir, así que las cosas aquí son como yo quiero. Pero siga, bien pueda, si ya me compró hágale, sin pena, explore, meta la mano y lo que agarre es suyo. leer todo...

Si no fuera uno de los temas más difíciles de tratar, no me interesaría en hacer esta entrega. El erotismo es un tema difícil porque es la escena del amor y ¿quién comprende el amor? Nos hace falta mucho en su exploración, nuestra complejidad resulta inabarcable y nuestro capricho hace parte de ella, quizás más que cualquier cosa; usted deberá perdonar mis caprichos en estas líneas. He querido ofrecer a su pensamiento una variedad de escenas del cuerpo, ya que es, entre otras cosas, uno de los actores menos invitados a las galas argumentativas sobre este tema. Encontrará que mis caprichos son bastante reveladores respecto de nuestro modo de dar a luz en el placer, nuestra creatividad erótica. leer todo...

Si nunca ha llegado a pensar que la percepción es el borde límite del cuerpo y de la vida, en el que un cuerpo se distingue de otro y que este borde es un fantasma para el pensamiento porque éste se concentra demasiado en lo que ya ha creído, lo que lo ha convencido, se concentra en lo que, día a día, reitera como real y normal; Si nunca se ha preguntado cómo pensaría su cuerpo sin las resignaciones del pensamiento habitual, usted aún no sabe nada de la fantasía y sus movimientos, aun cuando estos son tremendos y potentes en la vida humana, tan vivaces y frescos, tan locuaces e inocentes. Usted no sabe, pero ahí se encuentra la más pura intuición y la fuente de la más auténtica creatividad. Y si aún no se ha preguntado acerca de esto, déjeme contarle de un modo distinto que las leyendas son ese cuerpo que la fantasía logra discursar como extensión de sí. Le advierto de antemano, que esta esencia no se irá fácil de sus fronteras. leer todo...

Aquella voz antigua que debió encender al hombre en lugar del zarzal, deformada aun por aquel ingrato, no ha parado de moverse. Y no digo esto sólo de la escritura bíblica, hablo del sentido sagrado al que puede acceder la composición filosófica. Así que, lejos de los confusos tarareos, por muy perdurables que sean, hablo de una perdurabilidad de lo auténtico creativo, una perdurabilidad de lo humano esencial en el arte. Porque lo potente perdura por la exposición viva de la belleza y aunque la muerte, como es natural, se extienda en los movimientos sucesivos de los cuerpos, nunca será fuerte o equiparable a la fuerza creadora por lo que ocurre con su recuerdo: cuando alguien siente lo que de sí pertenece a la muerte tiene un mal rato del que debe curarse, pero cuando siente lo que de sí pertenece a la vida recuerda la cura y el efecto de mantenerse en la memoria de lo potente, es la creatividad; éste es el origen auténtico de todo arte y aquí voy a perseguirlo ante sus ojos. leer todo...

Conocer es percibir con efectividad de permanencia. Todo lo que se percibe es móvil, y todo lo que es pensamiento es móvil, pero dicho más claro a nuestros oídos: percibir es imaginar e imaginar es traducir, traducir es poder decir y poder decir es alcanzar a crear. Al ver imaginamos, al imaginar razonamos y al razonar entendemos, así, imaginar es llevar el ver hasta el razonamiento donde el ver no es ya sólo sentido sino también coimplicación y por eso alcanza a crear. Lo creado es, en último y primer término, lo único y permanente. De otra manera: al percibir, la imaginación que es móvil opera sobre lo percibido que es también móvil; al imaginar, el pensamiento razona (lo cual implica un lenguaje) operando con la permanencia sobre lo móvil imaginado; al razonar, el entendimiento que es movimiento permanente opera sobre lo permanente distinguiendo y unificando el lenguaje y el arte en el mismo momento. Así se crea un movimiento que antes no había tenido determinada forma de existir. En suma, conocer es la ocasión de crear lo permanente pero sin dejar de ser móvil nunca. La esencia de todo lo que existe es lo permanente, pues si las cosas sólo cambiaran, todo dejaría de ser por completo y tenemos presentes movimientos que no han dejado de ser aunque les hayamos puesto nombres y las tratemos como cosas, lo cual es una práctica peligrosa a la que sólo se halla inclinada la humanidad, y resulta ser un vicio ante el que todos deberíamos gritar que todo está condenado a desaparecer por múltiples dolores hasta la muerte tal como lo gritó Anaximandro hace ya casi tres milenios. Hay que temer porque todo lo que tenemos ahora en las manos son próximas desapariciones. leer todo...

Hemos enloquecido por algún tiempo. El incendio estuvo en nuestras manos. Al preferir la flor nos arrodillamos ante las cenizas, a un paso de la última concesión. Dimos la espalda a lo que pudo ser el más grande empeño de nuestras vidas y caminamos toda la noche bajo una llovizna que nos helaba los huesos. El camino no era fácil. El frío no era fácil. La oscuridad no era fácil. Mantener el rumbo era todo lo posible. Amanecer en la cama que creímos incinerada, bajo el calor y el olor de sus cobijas, con la piel suave por el descanso, no es un premio al valor de continuar, es la prueba de que el incendio no fue total y sabemos la certeza de que algún día volveremos a estar a un paso del desastre. leer todo...

Para la piel los secretos son otra cosa, todo es una revelación que poco a poco el pensamiento convierte en secreto. ¿Se imagina que aprendiéramos a pensar con la piel? Los secretos serían revelaciones de algo que se piensa mucho pero se verbaliza poco. Mermarían las publicaciones de libros con títulos como La voz de la piel o Venga le toco... Existiría toda una cultura de la piel, un cuidado en la sensibilidad de la piel, una precaución frente a lo que le permitimos acercarse a este nuevo modo de pensar. Será que sí, o seríamos igual de descuidados como lo somos con lo que leemos. Si pensáramos con la piel quizás los secretos se tejerían en su extensión después de verbalizarse y hartar el pensamiento típico; los secretos se palparían y se confiarían tocando otras pieles. Quizás diseñaríamos ropa de una suavidad extrema, ropa que no se sienta, que no nos estorbe la claridad al pensar. El contacto con otros seres sería sólo por placer, y el placer se convertiría en nuestra nueva forma de pensar. ¿Se imagina si aprendiéramos a pensar con el placer? El placer que es la guía de todos los sentidos y de todas las inteligencias, sería la nueva forma de pensar y entonces leer y escribir tendría que llegar a ser el lenguaje del placer, porque si no lo logra, no trataría de un arte. leer todo...