Todo era bullicio e inspiración con uno que otro verso algo desproporcionado de poca decencia y buen gusto en aquel momento, pero no faltaría la noble intención de acudir con atenciones verbales y pelando el diente ante aquella bella joven, el amo del minino con su prospecto de galán látino, más criollo que la arepa con agua de panela; José Federico Sastoque Murcia, un joven Boyacense de pura cepa, que salió bachiller en un modesto centro educativo de su tierra, Saboyá; ubicada al noroeste de dicho Departamento, criado entre especies menores de doméstica tradición rural, quien aprendió el arte agrícola de los cultivos de papa y cebolla, idóneo en algunas leyes para seducir mujeres con curiosa ingenuidad ya que no atinaba precepto alguno al confundir la filosofía con la religión, como en aquella ocasión cuando iba pasando frente a la iglesia un poco apresurado dirigiéndose hacia su motocicleta recién comprada cuando el cura del pueblo lo vio desde dentro de la iglesia y le dijo aquellas palabras que le obligaron a interrumpir el paso de su destino... leer todo...

En el inicio de los tiempos, la conglomeración existencial del Universo se posaba suspendida en la nada, fluctuando entre la asimetría que proporcionaban las diversas dimensiones de lo físico y real, análogo a lo imaginado por la voluntad divina en un instante de composición y armonía, creándose un motor inmóvil de conciencia que se concentraba cada vez más hacia un punto, aún más diminuto que cualquier partícula existente, conteniendo en si mismo toda la presión el universo, hasta generarse tal cambio de posición y postura que provocó una explosión expansiva de naturaleza infinita. leer todo...

Muchos relatos han pasado en consigna a un hecho que marcó la marcha de la supervivencia humana en medio del pánico y las guerras, acompañada de una fé incesante por lograr continuar con vida ante las dificultades que implicaban mayor peligro y más aún con tiempo disponible para direccionar la convicción de los ejércitos hacia la victoria por encima de quienes se consideraron mercenarios por una causa inventada; alzados en armas y rezos contra sus enemigos, buscando agredir sin ser afectados de manera alguna. leer todo...

Los zapatos del intrépido emprendedor de sueños y frustraciones se hacía cada vez más eterna, mientras la caminada con que a diario realizaba su jornada de búsqueda del remoto éxito se hacía torturante en pleno rayo de sol, rebosando en el sediento roce de sus labios con su lengua, que entre imágenes de números multiplicándose en su mente con cada paso, percibía como en un mundo imaginario lleno del desglose de la preocupación y angustia; su vida le mostraba un destino agradable para satisfacer sus necesidades y caprichos más inocentes y cautivos sólo en los fantasmas amigables de su mente, entre los que se encontraba el sabor de un buen pollo o el refrescante paso del agua entre su garganta.

Pretencioso y perturbador se hizo su encantamiento momentáneo, cuando una visión intrépida le recordaba con ansiedad la incipiente búsqueda de un momento de suerte para conseguir monedas, aunque este reto fuera el único viable de alcanzar en un día de carreras sin reposo, para así descansar un poco y poder comer algo de lentejas, aun cohibiéndose de poder tomar al menos un vaso de agua, sin temor por no tener dinero para el siguiente día, ignorante por varios meses del agrado de viajar en un autobús por tener que caminar de lado a lado en una imponente ciudad denominada Emporio. Recordaba y meditaba con reflexión sumisa, cada idea que se le ocurría sin dejar escapar conocimiento alguno, porque entre lo más profundo de su mente estaba tal vez la solución con que mejoraría el rumbo de su vida, pero esto era sólo en su cabeza una teoría que sólo mejoraría su vida una vez hallara la sabiduría, que solo se logra haciendo lo que en su mente como una película de ficción ocurría. leer todo...

En general es de humanos juzgar y creer en gran medida por lo que perciben sus sentidos, que por las dotes de su propia inteligencia, pues todos pueden ver con el más mínimo esfuerzo de reflexión aplicada, pero pocos comprenden lo que ven, esto les ha hecho demasiado susceptibles ante quienes desde alguna perspectiva de su conocimiento si han comprendido; que una mente inteligente puede dominar a las mentes inteligentes bajo el rigor y los parámetros que confronte la creatividad durante el tiempo de inspiración en favor de su causa.

Es sabia la apreciación descrita por Maquiavelo (1513) cuando afirmaba; "...para conocer el espíritu de un pueblo es necesario ser príncipe, y para conocer a un príncipe es obligado pertenecer al pueblo..." así como para un artista apreciar la sabana debe ubicarse desde lo alto de la montaña y para apreciar el esplendor de la montaña debe ubicarse en la zona más baja, es decir; en la misma sabana. Esto nos lleva a la observación, al conocimiento, a la caracterización cualitativa y cuantitativa por cada sector clasificado, que de algún modo es el éxito de conocer para ofrecer lo que es oportuno a cualquier necesidad ya sea del manipulador o del manipulado, que en la descripción retórica es perversa por la censura que implica la palabra manipular, pero que en el arte de la Ingeniería Social dentro del contexto político es una estratégia más información, comunicación y participación colectiva sistematizada para una matriz de estructuras mentales pedagógicamente diseñadas para ejecutarse ingenuamente sobre individuos inteligentes de toda modalidad existente en cada época, generación, etnia, lugar y creencia, simplemente es Manipulación Mental de Masas por Medios Marketing reconocido textualmente como estratégias sociales M5. leer todo...

Érase una vez, un mundo donde existían la fama y la voluntad de poder; destinadas para una generación de humanos que se hacían poseedores de la mayor admiración de los pueblos, quienes místicos y prudentes malabaristas competían hábilmente entre bandos, portando entre ellos el emblema de su propia corte magistral, inalcanzables como estrellas en el firmamento, libres y galardonados por los aplausos de la gente.

Y entre los que aplaudían admirados estaba aquel Baquiano paseador, turista cautivo de singular procedencia, quien miraba sutilmente la grandeza de aquellos hombres a quienes catalogaron los medios como reyes, con la legendaria disputa de combates entre sus cortes, las cuales, mantenían príncipes y principados, alimentados por las arengas y los aplausos.

Eran esos mismos reyes, desafiantes criaturas que evolucionaron con el rigor de su entrenamiento, eruditos en el arte de la lucha, descendientes de gladiadores que cambiaron la sangre por el sudor de sus vestidos, ufanándose cada vez al descifrar con anotaciones en el marcador el puntaje que con un acertado Gol se iba haciendo bien merecido.

Algunos contrajeron compromisos en medio de su fama, con reconocidas marcas que asediaron su imagen y postergaron su vocación como un designio bendito. Se hicieron modelos, actores e inmortalizaron su marca, con el provecho de su buen nombre como un ser especial entre las masas elegidos. leer todo...