Anécdotas de una Generala es un interesante libro de leer, compuesto por diecisiete capítulos "nombrados" cada uno por la esencia de su contenido; en algunos de ellos, describo eventos muy tempestuosos y crueles de forma meticulosa y cruda con el fin de darle a la narrativa, mayor emoción y sensibilidad. Tuve la osadía más no el placer, de ver e incluso auxiliar a heridos graves y salvar vidas humanas; observar personas asesinadas que yacían en caminos veredales o en los ríos o sacados de estos, presenciar algunos levantamientos de cadáveres sin seguir los más mínimos protocolos técnicos forenses o en ausencia total de peritos especializados; todo esto cuando era un niño y en mi adolescencia y eso evidentemente me causó una enorme impresión.

Cuento los hechos tal cual como sucedieron en ese momento y de forma rigurosa y sin faltar a la verdad, sin ficción y sin inventos, no con el ánimo de herir la sensibilidad de las familias ─sino todo lo contrario, para que a esas personas fallecidas se les recuerde como valiosos seres humanos que fueron; si se les invoca, estarán en la memoria de todos y jamás serán olvidados─.

Mi mayor inspiración para escribir han sido mis padres, en especial Margoth, una mujer incansable y luchadora, emprendedora; desde la humildad, ante las condiciones más adversas posibles y otras veces con "palos en sus ruedas" logró, junto a su esposo, que sus siete hijos fueran universitarios, hecho que la llenaba del más grande orgullo; mujer sensible con los pobres y enfermos, excelente cocinera y anfitriona, líder política, querida y recordada siempre por haber sido una mujer noble y servicial con sus paisanos...


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