Al transcurrir los días después de la partida de mi hijo de 10 años, me desconecté de todo lo que había a mi alrededor, mi dolor interior hasta tal punto de ni siquiera querer respirar, no había un comienzo ni término de día, no había nada, de un momento a otro comenzé a escribir este libro como autoayuda.
Comprendí que para quienes pasamos por este dolor , no hay nada ni nadie que pueda en ese momento sacarnos de ahí, pués lo que se necesita es ir solo aprendiendo a vivir con aquella esencia que nos han dejado mientras estemos aquí.
Quize con mi libro resumir lo que muchos pasamos y no logramos transmitir por falta de fuerzas y a la vez expresar mi empatía y apoyo a travéz este mi libro. leer todo...