En aquel lugar, es un trabajo escrito con muchas emociones para todos los que aman, para todos los que quieren y pueden, los que añoran esperanzas con fe de que se puede lograr, para aquellos que mas allá de limitaciones logran ver objetivos alcanzables, para los locos, para los raros, para esos que no encajan por su manera de ver el mundo. Es un trabajo de constancia, optimismo, perseverancia y muchas ganas. Pensamientos y poesías colmados de tragedia y fantasías, un pedacito de ustedes, de mí y de todos quienes queriendo o no, fueron parte de mi vida, de aquellos que se fueron, los que se quedaron, los que callaron, los que hablaron poco, los que hablaron mucho y no dijeron nada, los de mi sangre, los que me auparon a seguir, esto es un trabajo de motivación personal donde cada página con dos líneas cuando mucho, se convierten en un salvavidas o en un instrumento de motivación.
Un trama, incongruente y aburrido, en un vaivén de ideas donde destaca la sencillez de una mente cansada y golpeada por los años, un crepúsculo, un ocaso, un amanecer, un llanto de bebe, un trinar de aves en las tardes de verano, la lluvia incesante en días grises y tristes, versos y poemas plasmados en una hoja, un pensamiento en una hoja, mis ideas y mis sueños que se hicieron poesía para ti, en aquel lugar donde ahora estas descansando en paz.
En un país como el mío, (Venezuela) viviendo en un caos político, económico, social y psicológico, no pude más que hacer un carnaval de letras y palabras, de párrafos y oraciones que van surgiendo así de la nada, como fluyen de la tierra la lava que va dando forma a este mundo que aun sigue crecimiento.

Escribí esto que fue especialmente escrito por mi, para ti, para usted, para todos.

Una dedicatoria para los que me motivan a seguir, para los que siempre están y nunca objetan peros y porque, especialmente para mi hijo George Harrison y su madre Carolina Morantes. leer todo...

Las reflexiones de mi vida, surgen a raíz del tanto pensar entre lo bueno y lo malo, lo justo e injusto y todas esas pequeñas cosas que van surgiendo en el diario transitar de nuestras vidas, un sinfín de anécdotas que se fueron formando como una base filosófica de aquello por lo que debía una reflexión, un alto y un análisis del camino correcto a seguir luego de una caída o un error cometido.
Como dije antes, todos somos peldaños por los que todos debemos transitar, unos de la mejor manera, otros inescrupulosamente pisan el peldaño y olvidan que su ascenso justamente se debe a ese insignificante peldaño en la escalera de su promoción.
En lo particular con este trabajo simplemente quiero agradecer el hecho de la reflexión que me llevo a darme cuenta, de que tanto lo bueno como lo malo que nos ocurre, son experiencias que sin duda alguna forman el camino por el que andamos y que más allá del simple hecho en la sabia reflexión, nos damos cuenta de que todo era necesario y justo en el debido momento para el cambio de nuestras vidas.
Así que, aquellas personas que pasaron por nuestras vidas dejaron sin duda una gran enseñanza en la misma, las que encontramos en el camino, las que formaron nuestra familia, las que se quedaron, las que debieron irse, los conocidos y desconocidos, todos sin excepción, forman parte de una gran enseñanza que, en el caso muy particular, las he tomado como punto filosófico principal de mis reflexiones diarias, todo pasa por algo, nada es casual, todo tiene un porque y nada, ni nadie, se escapa de la verdad de la vida, porque el tiempo tiene voz.
Siendo breve, solo espero la absoluta comprensión y reflexión de lo que aquí se escribe, siendo esto un trabajo personal, sin colaboración alguna, esto es simplemente comprensión de la vida misma en primera persona, un trabajo simple y sencillo que muestra la madurez adquirida con el transcurrir del tiempo entre caídas y errores, entre aciertos y desaciertos, se fueron formando mis reflexiones de leer todo...