Para degustar un escrito debes adentrarte en el, de tal manera que veas a través de la mirada del autor lo que plasma entre líneas, hay casos en los que te conmueve tanto, que te aflora emociones que muy posiblemente son complejas de manifestar, diría que crea un estado de sorpresas, incertidumbres y éxtasis total, qué para nosotros los lectores, nos hace brotar admiración, sonrisas y hasta lágrimas, por todo el recorrido y la razón de ser del escrito y obviamente el creador de este, y esa debería ser la idiosincrasia de todas las obras literarias, más aún, de las poesías.

En el libro de GREGORIO MIGUEL DE ALBA CASTRO capté y hasta pude proyectar el recorrido de su vida, desde sus largos infortunios, hasta sus más reconocidos logros, intuyo un exceso de inspiración y sobretodo realidad que para bien de nosotros sus venturosos lectores, nos complace leer, pues nos traslada a su infancia, sus luchas y perseverancias, nos hace ver, cómo su padre


bien le decía, a ?no ser conformistas?, a como el amor cuando es verdadero, nos da sabor a perseverancia, a través de sus poemas te manifiesta, un poco de lo que vivió en su época. Alega y vocifera a la sociedad actual su inconformidad y desosiego ante la mediocridad que sus ojos ven, por el estancamiento que experimenta y su anhelo de ver una soledad sin omisión, pero sobre todo a como le canta al amor, como un humilde soñador.

Este libro nos lleva a fantasear imágenes, y percibir situaciones que se cruzan en nuestra vida cotidiana, a compartir la tristeza de aquel muchacho que fue separado de su gran amor, y como con tenacidad logro contraer nupcias y engendrar los hijos que tiene al día de hoy, a memorar con regocijo su amada Soledad, el poema Margarita, que muestra su amor incondicional, el amor que trasmite a través de sus canciones, a sus allegados, lo devoto que fué y hasta el sol de hoy es, con Dios, esos poemas que, a mí apreciación y sé que ante la percepción de cualquiera son de quién conoce el oficio de un arquitecto de palabras. leer todo...