La idea de perfección que se maneja en estas reflexiones es una concepción filosófica cristiana católica. Se parte de la idea que lo único perfecto que existe es Dios.
El ser humano por ser creado a imagen y semejanza de Dios está invitado a lograr cierto grado de perfección como ser espiritual. Por lo tanto, las personas debemos esforzarnos a intentar alcanzar la perfección en los diversos aspectos de la vida humana.
No debemos tenerle miedo a apostarle a todo en ese camino aunque tenga riesgos como la depresión en la que muchos cristianos han caído por exageraciones quizá involuntarias pero que se dan.
Por último, nunca perdamos de vista que por mucho que nos esforcemos por crear obras buenas o tener ideales altos, perfecto sólo es Dios.
Bendiciones. leer todo...

No existe ninguna excusa para no servir a Dios, ¡Ninguna! Al final, como leemos en el Libro del Apocalipsis 3:1 "Cada persona será juzgada por su propia conducta". Ni usted ni yo, no seremos condenados por los pecados de otros mientras no participemos en sus pecados.
Algunas veces, es verdad, somos acusados de pecados cuando en realidad no somos culpables; pero tampoco debemos descartar que otras veces sí hemos sido culpables, hemos pecado, hay que reconocerlo y convertirnos.
Todos pecamos; pero Dios nos perdonará si se lo pedimos. Las personas que nunca han cometido pecado no necesitan a Jesús. El vino a llamar a los pecadores. La mejor manera de ayudar a los pecadores es ayudarles a ver su error y corregirlo. leer todo...

Los humanos, como seres pensantes, privilegiados por la capacidad de reflexionar, siempre que pensamos nuestros proyectos personales buscamos hacer aquello que nos haga felices y esa es nuestra ilusión: ser los hombres y las mujeres más felices del mundo y es por eso que no nos cansamos de trabajar por lograr ese objetivo que es también el proyecto original con el que Dios nos creó.
En esa búsqueda de la felicidad, a veces fracasamos porque el hombre definitivamente nunca puede decir que es plenamente feliz, que ha logrado todo lo que quería. No existe una felicidad perfecta por la misma naturaleza del hombre que es finita y no hay nada que pueda hacernos plenamente felices en esta vida. Necesitamos darle sentido a lo que sale a nuestro encuentro en el paso de nuestra
vida, es decir, darle sentido a nuestra vida para ser felices, aunque sea imperfectamente.
Cuando nos preguntamos por primera vez sobre el sentido de la vida nos quedamos atónitos porque ante esta interrogante es muy difícil acertar más cuando carecemos de una buena instrucción desde nuestra infancia, por las razones o circunstancias que sean. leer todo...