CAMINANDO CON EL SEÑOR... es la narrativa de la experiencia de vivir bajo la misericordia, el amor y la gracia de Dios, experimentando sus cuidados y provisiones, derramadas como bendiciones de lo alto que nos habilitan para ser mejor cada día...
...En sus páginas el lector se verá desafiado a mantener viva su fe en Aquel que es "el Camino, la Verdad y la Vida;" procurando una relación personal y vivencial con él durante todo el trayecto por este mundo terrenal.
...El Camino se hace menos pesado al lado del Señor. Caminar junto Aquel que ES y CONOCE "el Camino" de la vida, se convierte en una aventura agradable a pesar de los obstáculos que se puedan presentar.
Caminar cada día con el Señor es dejar que él tome el control de la vida personal, familiar y ministerial (laboral). Dios es un compañero fiel que hace ameno el camino, sobre todo cuando estamos propensos a desviarnos y tomar rumbos equivocados. leer todo...

SINOPSIS
LAS TARDANZAS DE DIOS es la experiencia y la sensación de angustia, soledad y abandono que experimentamos, cuando pasamos por circunstancias especiales en las cuales nos parece que Dios no está a nuestro lado. Cuanto más lo necesitamos que se haga presente para auxiliarnos en nuestra necesidad, tanto más nos parece que se tarda en llegar. "Las Tardanzas de Dios" recogen esas experiencias de los personajes bíblicos que experimentaron en carne propia las angustias, el dolor y la desesperación, por la aparente indiferencia de Dios.
Expresiones como: "... Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano no habría muerto." (Juan 11.21). "Se rio, pues, Sara entre sí, diciendo: ¿Después que he envejecido tendré deleite, siendo también mi señor ya viejo?" (Génesis 18.12). "Porque vi que el pueblo se me desertaba, y que tú no venías dentro del plazo señalado" (I Samuel 13.11); nos retratan cuando estamos pasando por el "Valle de sombra de muerte." Y solo entonces podemos entender que, Dios no se tarda en llegar sino que muchas veces su silencio y su retraso es el instrumento que usa para hacernos crecer en nuestra fe y dependencia de él. Solo hay que aprender a esperar porque sin duda vendrá, llegará y se quedará para siempre junto a nosotros. Pues, su promesa es: "Yo estoy con vosotros, todos los días hasta el fin del mundo (Mateo 28.20). leer todo...