Licenciado en Filología e Idiomas y Magíster en Escrituras Creativas de la Universidad Nacional de Colombia. Actualmente trabaja como profesor de Humanidades. Le gusta el rock pesado, la literatura de ficción y salir de viaje.
La luna y la pupila tienen la misma forma perfecta a la que se acercan muchos objetos de la naturaleza y de la que se apropian las creaciones del hombre. Misteriosos, marinos, cambiantes, los ojos humanos son tan herméticos e inquietantes como las apariencias de la luna, y pueden ser tan mutables como sus fases, sobre todo si los enmarca el óvalo de un rostro femenino. De plenilunio y otras historias reúne trece visiones y una introducción que, como es natural aunque no lógico, tienen vocación nocturna. Personajes atormentados, obsesivos, frágiles y festivos, también moribundos y derrotados, deambulan por este espacio literario presidido por una escritura que, como la luna, busca la oscuridad y la imaginación. Narraciones que desgarran como el colmillo, que cortan y se hunden como el puñal, que saben de los caprichos del corazón humano y de sus voluntarias soledades, de sus crímenes profundos. Rainer Maria Rilke escribió en una de las Elegías de Duino: "Porque en la proximidad de la muerte ya no se ve más que la muerte, y los ojos quedan fijos en la lejanía, acaso con esa gran mirada animal". La mirada que guía estos cuentos bebe de los elementos primordiales y las mecánicas celestes, pero sigue los movimientos de los simples mortales. Bienvenidos al universo salvaje.
Usted se sienta cómodamente y abre la mochila que tiene entre sus manos (porque eso es este libro), y con menos curiosidad que escepticismo usted atisba en su interior. Pero antes de que pueda terminar la primera ojeada por sus contornos, una mano poderosa o una garra salvaje lo arranca de su poltrona y lo arroja al centro de un vórtice del que ya no podrá salir, hasta el nudo final. La mano que lo atrapa es la de un guerrero o un alfarero, la garra de un felino o de un ave rapaz, nocturnos porque esta novela lo es; está hecha de noches, que es cuando las cosas, visibles o invisibles, reales o imaginarias, pero siempre ciertas, brillan más. Y el vórtice que lo envuelve está formado de niebla y de fuego, de agua y de viento, de música y de silencio, de rabia y de amor, de terror y de ternura, de ríos y de cemento, de pasado y de presente, de guitarra eléctricas salvajes y de flautas y ocarinas citadinas. Son dos historias entrelazadas, pero una misma historia; dos protagonistas -uno ancestral y otro actual- pero ambos, un mismo protagonista escindido y separado de su doble por más de quinientos años, y unidos en un mismo fin: la resistencia a la aniquilación de una cultura, de un pensamiento, de una cosmogonía. Desde la noche de los tiempos, Nemza crea a Carlos, su doble, para dictarle la historia que éste urdirá, aguja e hilo en mano, y a la vez Carlos crea a Nemza, su antepasado, a través de los vasos comunicantes de la sangre común. Una historia que lo lleva en bicicleta a los días de la invasión colonialista, y lo trae en canoa por el río de autos de las avenidas bogotanas de hoy. Todo eso y más encuentra usted en la mochila que Morales Neisa construye con el preciosismo del verdadero protagonista: el lenguaje; pero más que un lenguaje, la diversidad de lenguajes, el de la tribu primigenia y el de la tribu urbana, la riqueza expresiva, culta o coloquial, la palabra sabia y exacta que parece crear ante nuestros ojos lo que va nombrando, lo que se niega a ser borrado para siempre.
El presente libro combina los estilos de dos autores dispares que se encuentran en una sola intención: la poesía. Cuando el mundo parece opacar y terminar con las fuerzas de continuar, cuando el sin sentido se toma la cotidianidad, el lenguaje aparece como una respuesta a las incógnitas silentes. Los versos son expresión y denuncia, repulsión y conquista, movimiento y reposo en dimensiones de palabras que ruedan sobre las páginas.
La cotidianidad está cargada de energías que no son fáciles de reconocer; se puede llegar a pensar que todo lo que pasa en nuestro contexto obedece a caprichos humanos, pero desconocemos hasta qué punto hay otras influencias que inciden en los destinos de las personas. La luna oscura, el novilunio, es tan sutil como algunas de las situaciones que ocurren en los relatos de este libro; no porque sean difíciles de ver quiere decir que no existan, hay fuerzas que nos mueven más allá de nuestra comprensión. Las vivencias comunes de frustración, anhelo, decepción, ilusión, perversión y esperanza alimentan las narraciones que conforman esta obra; son experiencias que vivimos día a día, pero que no siempre reconocemos como algo trascendental, que nos puede cambiar para siempre. Una nueva fase oscura comienza, seguirá su ciclo hasta completar todo su recorrido, para volver con mayor fuerza en la próxima luna nueva. leer todo...
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