Hija única, fui cuidada por mi nona y tía abuela, mientras mi madre trabajaba largas jornadas, por tener que ser padre y madre al mismo tiempo. Conocí a mi progenitor a los 13 años, cuando murió mi nona, que lo odiaba al enterarse que tenía una familia paralela, dos mujeres embarazadas al mismo tiempo... Lo que me definió como persona y sin conocerlo fui creciendo con muchos dones artísticos de él. Mi imaginación se la debo a la vida y a mi nona, quién siempre me hacía jugar creando, en ocasiones jugaba conmigo pero al ser tan escasas, fui yo y mis juguetes. Agradezco al universo que me hizo madurar a la fuerza, porque amo como soy, terapiarse me ayudó a fluir en las emociones más profundas y a superar traumas heredados de mujeres fuertes y machistas. Ahora con una hija, con todo el power de ser un gran ejemplo.