Cuando se van los días sin pena ni gloria
y se nos escasea la memoria
de tanto recordar;
el tiempo se detiene cual fotografía
y nos quedamos anclados en un pasado
donde los recuerdos van y vienen.
El calendario se detiene
y cada mes parece un año.
Quedamos sin saber,
suspendidos en el tiempo,
viviendo de recuerdos,
fotos pálidas y cartas amarillas;
pensando quizás
en lo que pudo haber sido y no fue
o añorando lo que fue,
queriendo volverlo a vivir.

Dicen por ahí,
que cada vez que la pensó, el enamorado hombre,
una margarita deshojó.
Cada pétalo en su nombre y ella nunca lo notó;
sus palabras no entendía, y aunque quiso no escuchó.
Como siempre cada vez, sin falta cumplía su cita;
deshojaba margaritas hasta que las acabó.

Aún se encuentra por ahí, sintiendo las mismas cosas,
pero ahora deshoja rosas a falta de margaritas.

Palabras dichas y escritas, sin anhelos de grandeza, se volvieron reflexiones y también pequeñas citas. Con un lenguaje corriente sin dejar de ser decente, de manera natural llegaron a este presente.
No son leyes universales, ni verdades absolutas, sólo son humildes palabras esperando ser leídas, oídas, y en el mejor de los casos, aplicarlas a la vida.
Letra a letra se hacen las palabras, con las palabras se hacen oraciones, y si a esas oraciones les sumamos emociones; lo más seguro es que nazcan reflexiones. leer todo...

Porque el corazón no siempre lee y entiende lo que los ojos ven; porque muchas veces "las cosas por decir" se esconden detrás de las miradas, los suspiros y el silencio; y porque muchas veces los corazones no hablan un mismo lenguaje. El corazón necesita aprender a leer todo aquello que los ojos puedan ver; las miradas, los suspiros y el silencio se deben vestir de palabras e inventar su propio lenguaje, para que quizás un día, ese corazón analfabeta entienda lo que las miradas dicen, lo que los suspiros hablan y lo que el silencio grita.
Tarde o temprano, las miradas, los suspiros y el silencio, terminan siendo palabras en un papel esperando pacientemente a que las lean. leer todo...

Tantas cosas que decir en aquellos
días, pero las palabras no salían,
simplemente se apilaban por montones
en mi mente, y terminaron por creer
que refugiarse en un papel era su
única salida.
Todas esas palabras que no llegaron
a ser voz, fueron adueñándose de
cuanto papel encontraban a su paso;
y aunque tenían destino, nunca
encontraron el camino que las llevara
de mi boca a tus oídos; simplemente
pasaron calladas de la mano al papel,
y con el tiempo esos papeles se
hicieron cartas, fueron tantas esas
cartas...Esas cartas que no
llegaron a tus oídos.

Cada día hablamos más y escuchamos menos; navegamos más y avanzamos menos; devoramos pantallas y páginas, y creemos que aprendemos más, pero todo eso es fugaz, porque al final sólo vemos y no vamos más allá de lo que creemos ver, y ni que decir de lo que creemos oír. Definitivamente nos acostumbramos sólo a ver y a oír, y nos olvidamos de observar y de escuchar; de ir más allá de los sonidos que golpean a nuestros oídos, y de ver más allá del desfile de palabras e imágenes que deslumbran a nuestros ojos.

Las palabras se las lleva el viento, y puede que sea cierto, pero estoy seguro que en algún momento de ese viaje incierto, encontrarán por lo menos, un par de oídos y ojos atentos.

Las palabras van y vienen, y de lo que escuchamos y observamos algo queda; así que escucha mientras puedas, porque oídos y ojos hoy tenemos...mañana no sabemos. leer todo...

Amor, amor, amor...Todo comienza con el amor: la vida, las poesías, la creación, las historias; y hablando de historias, esta no podía ser la excepción. Esta historia comienza y termina literalmente con el amor.

Amor... ¿Acaso hay algo mejor? Por amor nace cada cosa, sea humana o divina. Por amor pude nacer, por amor comencé a escribir, por amor nació esta historia, por amor pude seguir escribiendo, a pesar de muchas veces no conocer la gloria.

Simplemente amé...Historias escritas en verso, que hablan de amor y de universos, de destino, de sentimientos encontrados y de cruce de caminos; de sueños en busca de dueño, que cuentan sobremanera de aquellos días en que abril llegó hasta el otoño y lo vistió de primavera. leer todo...