Un pueblo entero se refugiaba en las ciudades subterráneas para escapar de los peligros. En este lugar aprenderían que las creencias podían significar interminables guerras, o como luego lo descubrieron, una nueva forma de aprender a compartir el mundo.

Relato sobre un personaje que decidió buscar un árbol; buscaba la manera de proteger eso que consideraba la única sustancia que encontraba constante en la esencia de su propia alma.

En este lugar bajo la noche no son visibles las respuestas, al contrario todo son preguntas, en especial a esta hora noctivaga, cuando aun no es posible ver la luna porque una noche decidió no estar presente; con su mirada se fue a iluminar los jardines, los perros, y las piedras felices de noble descendencia.

El inconfundible rasgo emocional de la simpatía que sabe proteger con gentil calidez, es la inspiración decidida de las memorias que se resisten de un modo particular, que reconcilian las causas imaginadas, de las ideas distintas desde un ideal del romanticismo imaginativo, decidido, intuitivo, solitario, amable.

Te sientes bien de ser la persona que eres, en la ausencia de egocentrismo en tu alma, pero no es fácil de cada día siempre ofrecer lo mejor que guardas, saber que sea posible que Dios siente aprecio por cada palabra que pronuncias, porque con el corazón lo dices, e igual a veces en tu mirada es posible sentir el misterio de los pueblos budistas, en los mismos lugares donde habito el primer buda.